Un enrazado "Juli" corta tres orejas y pone chispa a la feriaEL diestro Julián López "El Juli" cuajó una enrazada actuación hoy en Almería, premiada con tres orejas y la correspondiente salida a hombros, en el penúltimo festejo de la Feria de la Virgen del Mar.
FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Domingo Hernández, desiguales de presencia y juego. Nobles y sin fuerzas los dos primeros. El encastado quinto tuvo más vibración. Tercero, cuarto y sexto, mansos y acobardados.
Luis Francisco Esplá: dos pinchazos y un descabello (ovación); y media estocada (oreja). Julián López "El Juli": estocada fulminante (una oreja con petición de la segunda); y media estocada (dos orejas). Sebastián Castella: dos pinchazos y estocada (silencio); y estocada (palmas en la despedida).
En la enfermería fueron atendidos el picador Aurelio García de "contusión en la rodilla", y Luis Francisco Esplá de "luxación en el dedo cuarto de la mano izquierda", ambos de pronóstico "leve". La plaza tuvo más de media entrada en tarde espléndida.
LLEGÓ EL TRIUNFO, PERO DE NUEVO FALTÓ EL TORO
Sigue fallando el toro. Y si hoy, por fin, se habla de un triunfo grande por las tres orejas que sumó "El Juli", no hay que dejar de lado la principal reivindicación de esta feria, el toro.
Esplá, que vino a sustituir al lesionado "Fundi", estuvo muy a gusto con su blandengue primero. La única exigencia era buscar y poner la emoción que no tenía el toro. El maestro alicantino lo toreó con desparpajo y variedad en los tres tercios. Pero superficial. Verónicas en el recibo, chicuelinas para poner en suerte, y quite por navarras y delantales. Con las banderillas hasta se permitió una pirueta y un quiebro, jugueteando en las carreras antes de clavar. Y con la muleta, cites en la media distancia y pases por uno y otro pitón sin bajar la mano y sin terminar de ajustarse. Se trataba de dejar al toro todos los desahogos para que no claudicara. De hecho no aguantó el animal ni una serie completa sin perder las manos. No fue mejor el cuarto, defendiéndose con la cara arriba y acobardado en tablas. Esplá anduvo otra vez con soltura y facilidad, con mucha gracia en el capote y en las banderillas, y muy resuelto y capaz en el último tercio. La plaza le jaleó todas las intervenciones con el cariño de un adiós para siempre. La vuelta al ruedo con la oreja en la mano fue algo muy emotivo.
"El Juli" entendió bien a su primero, toro tan bondadoso y repetidor como escaso de fuerzas, que para que no se cayera había que hacerle las cosas al revés, es decir, de abajo para arriba. El trasteo, a base de series cortas, tuvo limpieza y enjundia. Con el capote había estado "El Juli" más que bien, en el recibo a la verónica y en un quite por tafalleras. La estocada, por ejecución y efecto, contó sobremanera no sólo para la oreja concedida sino también para la petición añadida de un segundo trofeo que finalmente no paseó. El festejo se embaló definitivamente en el quinto, el toro más encastado y con más "transmisión" del envío, que, aún con la cara alta y corto de recorrido, se hacía presente a la menor insinuación. "El Juli" lo lanceó muy bien a la verónica y en quite por tafalleras y chicuelinas, y le aguantó lo indecible en el último tercio. La muleta siempre "puesta" y, aunque faltó limpieza en la mayoría de los pases, el conjunto tuvo su aquel. Faena de mucha raza, que el presidente valoró por su cuenta y con exageración sin esperar a la petición del tendido, pues sacó los dos pañuelos a la vez así por las buenas. Desde luego nadie protestó.
Castella quiso mucho pero desordenadamente con su deslucido primero, que daba la impresión de estar reparado de la vista cuando en realidad su único defecto era la mansedumbre, embistiendo descompuesto y huido. El trasteo fue largo en cantidad y muy escaso en calidad. El último fue también toro incierto, con el que Castella insistió mucho sin llegar a resolver nada. EFE
No hay comentarios :
Publicar un comentario