MADRID NOVILLADA EN LAS VENTAS

MADRID

Gustan las formas del albaceteño Juan Luis Rodríguez.

BURLADERO.COM.-Domingo 30 agosto 2009.-Las Ventas.

Menos de un quinto de plaza. Novillos de Domínguez Camacho, bien presentados y de poco juego. 1º, descastado y brusco. 2º, flojo y soso. 3º, manejable aunque justo de fuerza. 4º, manso y encastado. 5º, descastado. 6º, manso y muy descastado. Juan Ortiz, silencio tras aviso y vuelta por su cuenta. Fernando del Toro, silencio tras aviso y silencio. Juan Luis Rodríguez, ovación con saludos y silencio.

El colombiano Juan Ortiz, que sustituía al ecuatoriano Juan Antonio Benítez en la 1ª de Ciclo Ocho Naciones de Las Ventas, ha dado una vuelta al ruedo después de no acabar de entenderse con un cuarto novillo que, aunque manso, resultó el de embestida más vibrante del deslucido encierro en conjunto de Domínguez Camacho, informa www.burladero.com.

El novillo, que tardó en enterarse y que derribó de manso en el peto, sufrió una horrososa lidia incluída la suerte de varas donde el animalse hizo el amo. El aspirante colombiano no logró hacerse ni aprovechar la emotiva acometida en una labor ayuna de estética donde se vio sobrepasado. La faena sólo remontó en algún muletazo suelto por el lado derecho.
Por el izquierdo, vistó el desborde del animal por ese lado, Ortiz rehuyó la pelea. Con la espada, no pasó el colombiano quedando en la cara y sufriendo un encontrazo sin consecuencias muy jaleado por el poco público que acudió esta tarde a Las Ventas. Dio una vuelta por su cuenta.Con un primero que echó la cara arriba en banderillas y buscó al torero, Ortiz muleteó al de Domínguez Camacho con seguridad y firmeza con un astado que tomaba la muleta con brusquedad sin que Juan Ortiz acertará a rebajarle esa violencia en una faena donde abundaron los tirones y los destemples que marcaba la desclasada embestida del toro. Puso voluntad y poco más el colombiano.

El sevillano Fernando del Toro se encontró con un segundo muy flojo que debió ser devuelto. El novillero lo intentó pero el novillo se defendió cuando no perdió las manos. Al comienzo de faena le dio tiempos y distancia, ayudándole sin que el toro remontara. Despegado de más el torero, no logró el lucimiento. Recibió con dos largas cambiadas al quinto, un animal descastado, con el que puso voluntad el hispalense aunque vvlvió a evidenciar su falta de oficio.

Las mejores sensaciones las ha dejado el albaceteño Juan Luis Rodríguez, que movió con mejor aire que sus compañeros el capote frente a un tercer novillo que apenas señalaron en el peto pero que se riló en el encuetro con el piquero. Gustaron las formas del manchego por el lado izquierdo, pese a la sosería y descastamiento del novillo.
Aún así, Juan Luis quiso siempre conducir por bajo la embestida. Por la derecha, mientras aguantó el novillo, volvió a destacar el temple y la largura cuando no salió enganchado. Lo mejor, un natural larguísimo y templado. Todo se diluyó por su mal uso de la espada.
Con el sexto hubo poco que hacer, pese a poner Juan Luis todos los empeños por hacer embestir a un marmolillo que se clavó en el último tercio y no se dejó hacer. Terminó por echarse.