miércoles, 14 de octubre de 2009

FERIA DEL PILAR: TRES AVISOS A PERERA



ZARAGOZA
MAGISTRAL ENRIQUE PONCE QUE
CORTA UNA OREJA

Esplá dice adiós en el punto de partida de Zaragoza



Mario Juárez.-BURLADERO.COM

No hubo anuncio oficial, pero los brindis, primero a la cuadrilla y después a su mujer y familia, hicieron sentir que Esplá decía adiós al toreo. Al menos en España, porque aún queda una breve incursión americana y quién sabe si una aparición estelar para investir de matador a su hijo. Pero Esplá se marchó en el mismo punto de partida en que hace treinta y tres años dio su primer paso como matador.
Hubo cariño para el alicantino, al que recibieron con una ovación, se entregó una placa homenaje y le obligaron a salir a saludar. Quiso compartir Esplá el cariño con sus compañeros, pero el destinatario era él. Y fue también el final, cuando sus compañeros dejaron que cruzase en solitario el ruedo en el último adiós. En el mismo punto de partida.
Sin embargo, la tarde del adiós de Esplá no fue como soñaba, seguro. No fue porque la corrida de Puerto de San Lorenzo se convirtió en un espectáculo gris e insufrible, que se prolongó por casi tres horas sin apenas nada que llevarse a la boca. Los dos toros del adiós no colaboraron en nada. El primero se acabó en un suspiro y no se empleó nunca y el de la despedida manseó, se terminó refugiando en tablas y no tuvo fijeza alguna. Tampoco gas.
Así las cosas, todo lo tuvo que poner Esplá y lo hizo con garbosos detalles, sin meterse a fondo en la cosa pero con ganas. Lo mejor llegó en dos saludos capoteros muy templados y con estampa añeja, algún par de banderillas de poder a poder y en guiños a tauromaquias antiguas y recursos, desde la apertura apoyado en la barrera hasta molinetes, cambiados de recurso y pases de costadillo añejos. Pero no pudo redondear nada.
El trofeo lo paseó Ponce del segundo, pero la corrida vino marcada por el toro al corral de Perera, que había templado en muchos momentos a un toro muy quedado y sin ganas de embestir con el que tuvo que poner todo y tirar siempre de él. Lo hizo y metió a la gente en una faena muy larga, tanto, que cuando estalló una ovación atronadora casi nadie escuchó el aviso. Tampoco se percataron de que el presidente dio el segundo recado asomando dos moqueros. Y cuando Perera montaba la espada por sexta vez cayó el tercero. Le pilló desprevenido.
Tampoco tuvo ganas de embestir el sexto, un toro pesado, agarrado y sin nada dentro con el que se empeñó el extremeño en quitarse el mal sabor de boca, llevándolo y enganchándolo bien. Pero no quiso el toro y su labor volvió a prolongarse, no tanto como en el primer turno, pero tan mal rematada con la espada.
Ponce cortó la oreja al segundo, el mejor toro de la tarde, al que le dieron una tunda buena en el caballo pero que embistió después. Le faltó humillar, pero Ponce lo llevó cosido en la media altura, dominando la técnica y el espacio. Los tiempos también. Lo mejor llegó con la izquierda, pero en series de uno en uno. Faltó la tanda rotunda ligada y encajada. Se empeñó en pegar pases al borrico quinto, y aquello ya fue desesperante. Iba ya la corrida para dos horas y veinte minutos.

FICHA DE LA QUINTA DE LA FERIA DE ZARAGOZA
Zaragoza. Lunes 12 de octubre. 5ª de la feria de El Pilar. Más de tres cuartos de plaza.
Toros de El Puerto de San Lorenzo, y uno de La Ventana de El Puerto (3º bis), bien presentados. Bajos de raza y deslucidos en conjunto salvo el 2º, ovacionado en el arrastre. 4º, 5º y 6º muy descastados.
Luis Francisco Esplá, saludos tras aviso y saludos tras aviso.
Enrique Ponce, oreja tras aviso y silencio.
Miguel Ángel Perera, silencio tras tres avisos y silencio

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