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Pinturas 2000 - 09
Annta Gallery
Del 3 de diciembre al 30 de enero de 2010
Pinturas 2000 - 09
Annta Gallery
Del 3 de diciembre al 30 de enero de 2010
Por Julia Sáez Angulo
Fotografía: ©Dolores de Lara
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Una treinta de pinturas de grande y mediano formato compone la exposición Sueños de lo cotidiano de la artista Esperanza Huertas. Se trata de una ocasión especial para poder contemplar su obra, ya que la autora no se prodiga en exposiciones y no lo ha hecho en galería de arte de la capital de España desde 1992. Entre tanto sí ha expuesto su trabajo artístico en diversas Fundaciones y Museos españoles y extranjeros.
Los cuadros de Esperanza Huertas se caracterizan por una figuración objetual muy singular, resuelta en colores con frecuencia ácidos. Algunos críticos de arte han relacionado su obra con maestros españoles muy raciales como José Gutiérrez Solana, Francisco Mateos, e incluso con alguna etapa de Maruja Mallo. La pintura de esta artista transmite un concepto resuelto a base de elementos elegidos o cotidianos a su entorno. Humor e ironía se filtran en esta pintura que suele dialogar con el arte del pasado, en una suerte de citas u homenajes a los pintores y escritores que admira.
Una pintura en la que se refleja su visión del mundo a base de reflexiones sobre la condición humana, manifiestas a veces en los títulos expresivos de sus cuadros. Naturalezas muertas, bodegones de instrumentos musicales, objetos domésticos, muñecos o bibelots que cobran el papel de personajes antes sus referencias personales, culturales o literarias. Pensamientos sobre el paso del tiempo y la vanagloria del mundo y sus cosas, por lo que algunos de sus cuadros cobran el valor expresivo de las vanitas del Barroco.
La pintora busca sus objetos en el campo de tiendas insólitas, antigüedades, almonedas, mercadillos o vejerías, donde encuentra los modelos adecuados para la historia que desea contar, para la composición que va a desplegar en sus cuadros. Un mundo propio que aflora con fuerza en una pintura, siempre al óleo, dibujada y colorista.
El profesor Antonio Bonet Correa ha escrito de Esperanza Huertas: “...nos trasmite la sensación de que todo es perecedero, que son vanas nuestras ilusiones y ansias mundanas”. Por su parte, Juan Manuel Bonet escribía en su último catálogo: “...compone cuadros abigarrados, de horror vacui, e inquietantes. “Objetos hirientes”, denomina el crítico Corredor Matheos a los elementos pictóricos de su obra. Mario Antolín escribió que “tras la apariencia amable de sus óleos, aflora un mundo misterioso, extrañamente irónico, inquietante y amenazador”. Y Julia Sáez-Angulo hablaba en el catálogo de su itinerante de “singular collage concertado de antemano por la autora” con un “bestiario particular, objetos, plantas o flores”.
La artista ama los objetos extraños o cotidianos, como lo hiciera el célebre Ramón Gómez e la Serna; con ellos es capaz de jugar pictóricamente a denunciar el mundo y su falsedad, a la trasgresión lúdica en una sociedad que se mueve en la apariencia y se relaciona con el lenguaje de lo políticamente correcto y lo injusto. La pintura, el arte de Esperanza Huertas va más allá de un mundo calmo, para exorcizar las cargas de profundidad que tiene la existencia humana. En ello radica su grandeza.
Datos Biográficos
Esperanza Huertas (Santa Cruz de Mudela. Ciudad Real, 1925) reside en Madrid desde 1947. Ha expuesto en espacios artísticos como el Centro Cultural Conde Duque; la Fundación Calouste Gulbenkian de Lisboa; la Casa Botines de León; el Museo de Valdepeñas y su exposición Antológica 1973-2003 ha itinerado por los Museos de Arte Contemporáneo de Castilla-La Mancha.
Entre los galardones recibido se encuentra el Premio extraordinario Reina Sofía y el Premio Francisco de Goya, 1991, cuyo cuadro ganador, “Ir de caza, se encuentra en el Museo de Arte Contemporáneo del Ayuntamiento de Madrid en el Conde Duque.
Los cuadros de Esperanza Huertas se caracterizan por una figuración objetual muy singular, resuelta en colores con frecuencia ácidos. Algunos críticos de arte han relacionado su obra con maestros españoles muy raciales como José Gutiérrez Solana, Francisco Mateos, e incluso con alguna etapa de Maruja Mallo. La pintura de esta artista transmite un concepto resuelto a base de elementos elegidos o cotidianos a su entorno. Humor e ironía se filtran en esta pintura que suele dialogar con el arte del pasado, en una suerte de citas u homenajes a los pintores y escritores que admira.
Una pintura en la que se refleja su visión del mundo a base de reflexiones sobre la condición humana, manifiestas a veces en los títulos expresivos de sus cuadros. Naturalezas muertas, bodegones de instrumentos musicales, objetos domésticos, muñecos o bibelots que cobran el papel de personajes antes sus referencias personales, culturales o literarias. Pensamientos sobre el paso del tiempo y la vanagloria del mundo y sus cosas, por lo que algunos de sus cuadros cobran el valor expresivo de las vanitas del Barroco.
La pintora busca sus objetos en el campo de tiendas insólitas, antigüedades, almonedas, mercadillos o vejerías, donde encuentra los modelos adecuados para la historia que desea contar, para la composición que va a desplegar en sus cuadros. Un mundo propio que aflora con fuerza en una pintura, siempre al óleo, dibujada y colorista.
El profesor Antonio Bonet Correa ha escrito de Esperanza Huertas: “...nos trasmite la sensación de que todo es perecedero, que son vanas nuestras ilusiones y ansias mundanas”. Por su parte, Juan Manuel Bonet escribía en su último catálogo: “...compone cuadros abigarrados, de horror vacui, e inquietantes. “Objetos hirientes”, denomina el crítico Corredor Matheos a los elementos pictóricos de su obra. Mario Antolín escribió que “tras la apariencia amable de sus óleos, aflora un mundo misterioso, extrañamente irónico, inquietante y amenazador”. Y Julia Sáez-Angulo hablaba en el catálogo de su itinerante de “singular collage concertado de antemano por la autora” con un “bestiario particular, objetos, plantas o flores”.
La artista ama los objetos extraños o cotidianos, como lo hiciera el célebre Ramón Gómez e la Serna; con ellos es capaz de jugar pictóricamente a denunciar el mundo y su falsedad, a la trasgresión lúdica en una sociedad que se mueve en la apariencia y se relaciona con el lenguaje de lo políticamente correcto y lo injusto. La pintura, el arte de Esperanza Huertas va más allá de un mundo calmo, para exorcizar las cargas de profundidad que tiene la existencia humana. En ello radica su grandeza.
Datos Biográficos
Esperanza Huertas (Santa Cruz de Mudela. Ciudad Real, 1925) reside en Madrid desde 1947. Ha expuesto en espacios artísticos como el Centro Cultural Conde Duque; la Fundación Calouste Gulbenkian de Lisboa; la Casa Botines de León; el Museo de Valdepeñas y su exposición Antológica 1973-2003 ha itinerado por los Museos de Arte Contemporáneo de Castilla-La Mancha.
Entre los galardones recibido se encuentra el Premio extraordinario Reina Sofía y el Premio Francisco de Goya, 1991, cuyo cuadro ganador, “Ir de caza, se encuentra en el Museo de Arte Contemporáneo del Ayuntamiento de Madrid en el Conde Duque.
La obra de Esperanza Huertas, no muy extensa en número de cuadros, se encuentra en diversos museos, fundaciones, Ayuntamientos e instituciones oficiales, así como en importantes colecciones privadas.
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