¡Olé, olé y olé!

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Por Estíbaliz Jiménez

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Esta fue la exclamación más oída la noche del 18 de enero del 2010, por los transeúntes de la calle Ferraz de Madrid, que curioseaban en las inmediaciones del Club Allard.
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Toreros, empresarios taurinos, escritores y artistas coloreaban el cielo gris madrileño en la entrega de los Premios “Enrique Ponce” a diferentes personalidades relacionadas con el mundo taurino. Sin embargo, otra luz brilló en la noche con toda su fuerza. Y es que la entrega de premios echó el capote a la inauguración de una exposición de fotografías muy taurina. Y la autora lo pisó con todo su arte y su buen hacer.
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La exposición recoge momentos de las exitosas carreras de algunos de los primeros espadas del panorama taurino; pedacitos de realidad plasmados en fotografías maravillosas que pueden observarse durante todo el mes de febrero.
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RETRATOS CON CORAZÓN DE GRANDES FIGURAS DEL TOREO
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Y la autora de las mismas, con su habitual sonrisa, recogió el recompensado aplauso a todo su esfuerzo y años de dedicación a su labor.
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Pero ni las flores ni los merecidos elogios son su mayor premio.
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Éste lo es el fruto de su trabajo, y es que estamos hablando de una trabajadora nata, una mujer que se cuelga la cámara al hombro antes de tomar su primer café y acude nerviosa y pizpireta, como es ella, sacando lo mejor de todo lo que se pone detrás del objetivo de su Nikon.
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Y, como no todo es trabajo, consiguiendo allá por donde va, sembrar buenas relaciones de amistad. Porque si la conoces, si ves su obra, te lo aseguro, no va a dejarte indiferente.
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¿Qué quién es ella? LA MANCHEGA, DOLORES DE LARA.
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Seguro que le esperan grandes éxitos porque a veces pienso que suena música alrededor de su lente.
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