TRES ASES DEL TOREO Y UN GRAN TRIUNFADOR

Por Juan de Lara

FOTOGRAFÍA: DOLORES DE LARA

La tradicional corrida de Primavera de Brihuega (Guadalajara) hizo desplazarse a mucha gente famosa que habitualmente encontramos en la plaza de las Ventas. El atractivo cartel que confeccionó el empresario Máximo Pérez para esta ocasión le dió el mismo buen resultado que el año anterior.

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Los matadores Enrique Ponce, Morante de la Puebla y Cayetano Rivera, hicieron su entrada triunfal como si de unos dioses se tratara. No faltó el clamor de miles de gargantas que al unísono gritaban ensalzando a los Tres ases del Toreo que esa tarde de cielo azul haría brillar esa bonita plaza brihuegana con los tres matadores de tronío.

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No hay billetes, las taquillas saltaban de alegría. Los taurinos lloraban su pena pero con gran gozo veian que nadie podía con la Fiesta Nacional, la grandiosa fiesta de los toros.

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De entre los tres grandes diestros participantes, el gran triunfador fue, sin lugar a dudas, Enrique Ponce.

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La magistral faena realizada con su segundo toro fue sublime, llena de fuerza y valentia. Con ella se ganó al respetable y a las autoridades, que le concedieron dos merecidas orejas, más la que obtuvo con su primer astado. Hasta la banda de música estuvo a su merced, ya que tocaron cuando el diestro lo mandaba con un ligero ademán. Nada se escapó a su influjo; el valenciano gustó y se gustó.

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Al final, Ponce y Cayetano salieron de la plaza a hombros. Mientras, Morante se llevó la peor parte, ya que fue abucheado por los aficionados al desentenderse del quinto toro de la tarde.

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