jueves, 19 de agosto de 2010

TOROS/SAN SEBASTIÁN : TRIUNFO DE EL CID / POR JUAN MIGUEL NÚÑEZ

El Cid,
durante uno de los lances de la tarde de ayer en San Sebastián.
EFE
TOROS/SAN SEBASTIÁN JUAN MIGUEL NÚÑEZ
Debieron ser más orejas


Jueves 19 de Agosto de 2010 / EFE
DESPUÉS de ver la corrida de ayer de Torrestrella queda claro por qué las "figuras" le vienen haciendo ascos a esta ganadería. Sobre todo por las puntas, que aparentan estar intactas. Hay que felicitar al ganadero por esta conducta cuando lo rentable sería tragar con las imposiciones al uso. No fue corrida lo que se dice para tirar cohetes, pero con otra capacidad y desde luego mejor disposición por parte de los toreros, debieron ir menos orejas al desolladero.

El Cid, premiado con un apéndice del cuarto, no terminó de encontrarse a gusto en este toro. Buenos lances en el recibo y prometedor comienzo de faena. La primera tanda a derechas tuvo suavidad y limpieza. Mas cuando siguió por ese pitón a media altura, fue perdiendo interés. Faena incompleta a pesar de su larga duración. La estocada contó para la concesión del trofeo. El toro primero cantó su condición de manso en el segundo muletazo. Se empeñó El Cid, tozudez que pagó con una faena sin ningún interés.

Aguilar tuvo un primer toro de lo más incómodo. Hasta cogerle el aire el torero pasó lo suyo. Hubo un momento, no obstante, en el que acertó en la distancia, la altura y la velocidad, por el lado izquierdo, llevándole enganchado de verdad en cuatro muletazos muy seguidos, largos y ajustados. Fueron la clave de la faena, que a partir de ahí iría a más, alternando las dos manos. Eso y la gran estocada dieron paso a una oreja de mucho peso. Sin embargo, no remató Aguilar como debía frente al quinto. No se hizo con él en los primeros compases de faena. Y por los enganchones el toro acabó protestando más de la cuenta.

Luque tuvo un primer toro de embestidas discontinuas, como desigual fue la faena. Y en el sexto tampoco pasó nada. Falló la colocación.

Toros:

Toros de Torrestrella, bien presentados, nobles y encastados. Manso sin disimulo, el primero. Los demás se movieron y duraron lo suficiente, aunque les faltó clase.
Toreros:
Manuel Jesús El Cid, palma y oreja tras aviso.
Sergio Aguilar, oreja y ovación.
Daniel Luque, ovación tras aviso y ovación en la despedida.
En cuadrillas, José Manuel Fernández Alcalareño, hijo saludó tras cuajar un buen tercio de banderillas en el primero. Incidencias: San Sebastián. La plaza tuvo un tercio de entrada en tarde excelente, pero con la cubierta echada.

No hay comentarios :

Publicar un comentario