Por Aurelio Hernández
Fotografías: ©Dolores de Lara
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En la toledana comarca de la Sagra, histórica cuna de famosos toreros, se ubica el emblemático pueblo de Villaseca de la Sagra, que con motivo de sus tradicionales Ferias y Fiestas Patronales en honor a la Virgen de las Angustias, el Ayuntamiento a cuya cabeza figura el popular, Jesús Hinojosa Lucas, ha organizado para esta ocasión y con motivo del XI certamen de novilladas “alfarero de oro” un acto que tiene por objeto potenciar y defender la Fiesta de los Toros.
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En esta ocasión el pregón - y coincidiendo con la celebración de la 2ª novillada- ha corrido a cargo del que fuera Presidente de la Pza. de Toros de las Ventas y actual Vicepresidente del Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida, Juan Lamarca.
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Fotografías: ©Dolores de Lara
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En la toledana comarca de la Sagra, histórica cuna de famosos toreros, se ubica el emblemático pueblo de Villaseca de la Sagra, que con motivo de sus tradicionales Ferias y Fiestas Patronales en honor a la Virgen de las Angustias, el Ayuntamiento a cuya cabeza figura el popular, Jesús Hinojosa Lucas, ha organizado para esta ocasión y con motivo del XI certamen de novilladas “alfarero de oro” un acto que tiene por objeto potenciar y defender la Fiesta de los Toros.
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En esta ocasión el pregón - y coincidiendo con la celebración de la 2ª novillada- ha corrido a cargo del que fuera Presidente de la Pza. de Toros de las Ventas y actual Vicepresidente del Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida, Juan Lamarca.
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En referencia a la citada novillada, con erales de la Ganadería de Torrenueva - bien presentados en su conjunto-, cabe destacar de entre la terna, la apoteósica tarde vivida por culpa de un exquisito novillero segoviano, nos estamos refiriendo a Víctor Barrio: ¡soberbio!, ¡magistral!...
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Con temple y mando estuvo en sus dos astados. Toreo con capote y sin capote, midiendo las distancias y dando el tiempo justo y suficiente para que los morlacos no perdieran la cara.
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Con la capa estuvo técnico y valiente, mimando al novillo en su embestida y ataque a la caballería. En el segundo terció, el de banderillas, contó con la inestimable ayuda de una cuadrilla –fantástica, por cierto- que contribuyo con su aportación muy profesional al anhelado éxito. Con la muleta estuvo sublime: derechazos y naturales trazados a cámara lenta, con armonía, transmitiendo. Se movía el novillero a sus anchas, como si lo que estaba haciendo lo hubiera hecho toda la vida. Con pies quietos, moviéndolos lo justamente necesario, y como si de un compás se tratara, dibujó cosas raras sobre la roja arena del redondel. Las manos al igual que el resto de sus extremidades-larguísimas por cierto- las cruzaba y descruzaba con tanta naturalidad que más que torear simulaban pasos de ballet. Con el acero estuvo templado, rematando sendas faenas con dos aceptables estocadas. Dos orejas y dos orejas y rabo para el triunfador de tan inolvidable tarde (y por adelantado de la Feria). No falto de nada y como es preceptivo salió por la puerta grande de la modesta plaza de Villaseca de la Sagra.
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Con la capa estuvo técnico y valiente, mimando al novillo en su embestida y ataque a la caballería. En el segundo terció, el de banderillas, contó con la inestimable ayuda de una cuadrilla –fantástica, por cierto- que contribuyo con su aportación muy profesional al anhelado éxito. Con la muleta estuvo sublime: derechazos y naturales trazados a cámara lenta, con armonía, transmitiendo. Se movía el novillero a sus anchas, como si lo que estaba haciendo lo hubiera hecho toda la vida. Con pies quietos, moviéndolos lo justamente necesario, y como si de un compás se tratara, dibujó cosas raras sobre la roja arena del redondel. Las manos al igual que el resto de sus extremidades-larguísimas por cierto- las cruzaba y descruzaba con tanta naturalidad que más que torear simulaban pasos de ballet. Con el acero estuvo templado, rematando sendas faenas con dos aceptables estocadas. Dos orejas y dos orejas y rabo para el triunfador de tan inolvidable tarde (y por adelantado de la Feria). No falto de nada y como es preceptivo salió por la puerta grande de la modesta plaza de Villaseca de la Sagra.
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Foto izq.: Juan Lamarca, pregonero de las Fiestas, junto al Alcalde de Villaseca, Jesús Hinojosa.
Foto dcha.: El triunfador de la tarde, Víctor Barrio, junto a las Reina y las Damas, y Juan Lamarca
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