EL SUPERCAMPEÓN DE EUROPA SE CONVIRTIÓ EN EL PRIMER LÍDER DE LA LIGA

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FOTOGRAFíA: DOLORES DE LARA
TEXTO: JUAN DE LARA
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Los chicos de Quique Sánchez Flores demostraron una vez más que, jugando como el pasado lunes, resulta un equipo difícil de batir. Lo vivido el pasado 27 de Agosto en el estadio Luis II de Montecarlo con la conquista de la Super Copa de Europa ante el poderoso Inter de Milán no fue una casualidad, sino el resultado de un trabajo bien hecho.
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Ayer, nuevamente, en la Ribera de Manzanares pudimos disfrutar de una noche de exquisito futbol. Lo de menos fue el rival, en esta ocasión el Sporting de Gijón.

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Los prolegómenos del partido comenzaron con la salida triunfal, como si de auténticos gladiadores se tratara, de los jugadores portando, para regocijo de sus seguidores, la merecida Super Copa, recientemente conquistada.

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El inicio del partido fue ilusionante. Las fichas se desplegaron estratégicamente sobre el tablero y, ya en el minuto 11, los jugadores empezaron a marcar las diferencias. En un corner botado por José Antonio Reyes, se formó un pequeño barullo en el área sportinguista que acabó con un pase hacia atrás para que el genial Jurado enganchara con el empeine de su bota un bonito disparo que taladró la portería contraria. ¡Golazo!

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El partido continuó con gran exhibición de juego por parte del equipo local, que estuvo en todo momento animado por los miles de seguidores que abarrotaban el estadio. Resultaba anecdótico ver al virtuoso Reyes con la cabeza vendada, como si de un jugador de rugby se tratara, moverse entre las huestes enemigas.

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No quiero olvidarme del corajudo Kun Agüero, que bregó durante todo el partido con la defensa gijonesa, demostrando que en el uno contra uno es un auténtico diablo. ¡Qué dribling! ¡Qué velocidad en las distancias cortas! Ciertamente maravilloso. Parece como si el descanso postvacacional no le hubiera afectado. Así, a los cuarenta minutos de juego, tras una jugada suya intentado entrar a puerta entre el entramado de piernas de varios jugadores contrarios, el balón fue a parar a los pies de Diego Forlán, que no perdonó.

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La segunda parte comenzó con algo de empuje por parte del equipo asturiano, pero pronto se repusieron los jugadores colchoneros con el tercer gol, obra del “Uruguayo” que, con su doblete, dejo el partido visto para sentencia. Fue el momento en el que el entrenador Quique Sánchez Flores comenzó a dar paso a nuevos jugadores con la entrada de Mario Suárez, Diego Costa y el portugués Simao, que a la postre sería el que rematara la faena marcando un bello cuarto gol, en un disparo que entró por la escuadra en el último suspiro y que convertía al Atlético de Madrid en el primer líder de la Liga BBVA.

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