Por Julia Sáez-Angulo
La escritora Pilar Aroca ha impartido una conferencia en
El pintor, que ya había recibido la medalla de Oro de
.
Esta pintura mural en la ermita, de gran belleza cromática, ha supuesto el trabajo continuado del artista durante once años subido a un andamio, en la diversas vacaciones en Vélez-Málaga. Un total de 1.300 metros cuadrados de pintura.
Pilar Aroca (Madrid, 1937) hablo de la bella dualidad de la pintura de Evaristo Guerra (Vélez-Málaga, 1942), que trasciende la belleza de su Andalucía natal y se hace universal. Su arte tiene la fuerza de un coloso y el espíritu de un niño, destacó la poetisa.
La conferenciante hizo un recorrido biográfico y creativo del pintor de “paisajes tamizados y cristalizados, que rehúyen la prisa y el agobio”, en los que cabe destacar “los blancos y rosas de sus almendros en flor” y “los atardeceres azules y malvas”.
Las sierras andaluzas y la cal de sus casas se hacen presentes en la pintura de Evaristo Guerra, más allá del estilo naïf, con un puntillismo singular, místico y espiritual. “Evaristo Guerra y su pintura son una misma cosa”, señaló la conferenciante, quien recordó que Evaristo era hijo de panadero y que Adela, su esposa, ha sido un apoyo importante en su vida.
Un niño con una estrella en la mano
Mingote, el dibujante de verdades y de humor, ha retratado a Evaristo Guerra como un niño con una estrella en la mano, recorriendo los campos en busca de paisajes hermosos para sus cuadros.
Aroca recordó la gran exposición retrospectiva que el artista tuvo ene. Centro Cultural de
El paisaje de
.
Entre el público de la conferencia se encontraban pintores como Cejudo Nogales, José Carralero, Maica Bass, Isabel Torre Cañeque y escritores como Nicolás del Hierro, Emilio López Parra, José María Gómez, Jesús Sevilla, Mar Capitán, Carmina Casala, o Benito de Diego.
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