Por Bocanegra
Madrid.- 20 de Noviembre de 2010
Nuevamente se pone de manifiesto las insidiosas razones políticas que motivaron la prohibición de la Fiesta en Cataluña por ese sanedrín farisaico que constituye el conocido como Parlament, infecto caldo de cultivo compuesto de parásitos y otros gérmenes nocivos cuya única misión, en un ambiente de corrupción -del 3% para arriba, y otras gabelas- parece ser no es otra que generar ideas y perpetrar acciones contra España, la Patria de estos mal nacidos y mal criados que reniegan del seno materno pero al que expolian sin desmayo granjeándose el desprecio de todo buen español. Muchos son las catalanes que sufren la opresión de esa lacra política ejerciente de dictadura democrática y muchos los españoles que padecemos sus consecuencias, entre ellos los aficionados a los toros, a nuestra Fiesta Nacional, que otra vez han sido atropellados en sus legítimos derechos, esta vez negándoles las autoridades barcelonesas el de manifestarse en la vía pública por un a causa justa y legal como es la libertad de ir a los toros.
Pero no, no interesa a esta caterva gobernante que la ciudadanía haga ostentación pública de su afecto al toro, no vaya a ser que de paso enarbolen la bandera de su Patria y la imagen delate que en Barcelona existen españoles que aman a España y a la Fiesta como símbolo inequívoco de ancestral identidad nacional.
Alegan los stalinitos de turno que la prohibición evitará la provocación de los aficionados atribuyéndoles así un carácter incívico y vandálico a unos señores que hasta ahora solo han dado muestra de serenidad y ejemplar convivencia ciudadana frente a las vejaciones continuas y ataques de que son objeto desde la administración y la lacra política catalana, además del acoso mediático y social que vienen sufriendo, y hasta el colmo de la paciencia tras aguantar tarde tras tarde a la horda guarra de los antitaurinos autorizados a manifestarse en las mismísimas puertas de la plaza de toros y protegidos por la guardia pretoriana del Goverm, del Parlemt, del Ayuntament, o de todo organismo que acabe en ment.
Consecuentes tendrían que ser los aficionados a la hora de votar en las urnas con esta gentuza que conculca la Constitución para atentar contra los derechos fundamentales reconocidos en su texto. La prohibición de la Fiesta en Cataluña es un atropello, e impedir a los ciudadanos el libre ejercicio del derecho a manifestarse es una maldad propia de los que no son más que enemigos de España y por ello odian a los toros.
Siempre que llueve escampa...pues ya escampará, ya.
Fuente: Blog del toro al infinito*******
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