HOMENAJE DE LOS AMIGOS DE LA BOINA A INÉS BALLESTER Y A LA “INÉS” DE LA “CENA JOCOSA” DE BALTASAR DE ALCAZAR

Por A. Zalacain / Fotografías: ©Dolores de Lara

Nunca se puede afirmar que se trata de “la primera vez”. Nada hay nuevo bajo el sol. Pero no se tenían noticias de que se hubiera llevado a la cocina, para convertirlo en realidad,el célebre poema del siglo XVI que escribió el laureado Baltasar de Alcázar y que los niños de otras generaciones solían aprender de memoria.

Tan famoso como el “Con diez cañones por banda …” de Espronceda, es el “En Jaén, donde resido, vive don Lope de Sosa, y direte Inés la cosa…” que, además, contiene ese menú prodigioso que el cocinero Carlos ha elaborado en el restaurante “Currito”.

Salpicón, morcilla de piñones ( aderezada con tomate frito)- “La morcilla , oh gran señora, digna de veneración…” y el postre , tan común en el siglo de oro español, de queso de cabra con aceitunas, al que , años más tarde se referiría Lope de Vega, actualizaron el menú más celebrado de nuestra literatura.

El vino fue el muy famoso de Aloque, que era el rosado que durante tantos años se bebió en España, resultado de reunir el tinto y el blanco.

Y si este fue el menú “reconstruido”, como necesaria respuesta a tanta “deconstrucción” como se produce hoy en la gastronomía española, el homenaje a la protagonista del poema,que fue una Inés, de la que poco sabemos a pesar de su popularidad,se materializo en otra Inés , bien conocida en la España del siglo XXI.

Nos referimos a Inés Ballester que, además de estrella televisiva , presentadora de tantos programas, antes de que acompañara a Carmen Sevilla en “Cine de Barrio”, es autora de tres libros de cocina que responde a la “Cocina con corazón”.

La valenciana, recibió el tributo de admiración de los amigos de la Boina y lució con gracia y coquetería la boina , de color blanco, que le impuso el fundador y presidente de esta asociación el periodista , y también hombre de televisión, Alfredo Amestoy.

Inés respondió al homenaje con su habitual desparpajo, y prometió a todos los hombres allí reunidos que llevaría la boina a partir de ahora, no solo en el campo sino también en la ciudad, y que con boina se sentía tan segura que ya podía ponerse “el mundo por montera”, declaración que entusiasmo a quien en ese momento le estaba haciendo las fotos, la artista Dolores de Lara, buena amiga de los amigos de la boina.