Por Julia Sáez-Angulo
La madrileña galería Laura Márquez expone una espléndida colección de geodas gigantes, pertenecientes a los Hermanos Lozano, gemólogos de profesión. Son grandes piezas de museo, procedentes en su mayoría de Río Grande do Sul, en Brasil, que ahora se encuentran disponibles para coleccionistas particulares.
Se trata de enormes piezas ornamentales de amatistas o cuarzo palmeira, cuarzos u otras piedras, o de piezas que la Historia del Arte denomina “artes decorativas”, por cuanto, alguna de las geodas se utilizan como base de mesas centrales o auxiliares a base de coberturas de cristal que permiten ver la belleza de sus formas y piedras nobles.
Las mesas de piedras duras hechas en mosaico o directamente con las geodas naturales son una especialidad que ha entrado de lleno en los museos de muebles o de Artes Decorativas.
Diseños de joyas en lapislázuli y piedra luna
Las soberbias geodas se exhiben en la galería adecuada, ya que Laura Márquez es diseñadora de joyas y trabaja con frecuencia con piedras y nobles duras como lo ha hecho recientemente en su colección con lapislázuli, jaspes o piedra luna y en otras ocasiones con malaquitas o cuarzos.
Márquez se muestra orgullosa de su trabajo: “Ese es un precioso jaspe natural dendrítico con óxidos naturales en su interior haciendo esa forma tan caprichosa, lo he montado en plata recordando a los colgantes de los Tuareg que representan los cuatro puntos cardinales… Es una pieza única, a mano, como casi todo lo mío”.
Otra de sus nuevas creaciones muestra “uno de los colgantes con un bello lapislázuli con su pirita, y dos piedras lunas y dos brillantes… Otra obra única hecha a mano”
Un abre cartas en plata con un bellísimo lapislázuli labrado con un dragón –igualmente pieza única -corrobora la definición de artes decorativas (“objets d´art” –objetos de arte- los llaman los franceses con mayor precisión) como “lo bello, útil”.
Por otro lado un anillo bellísimo con un cuarzo de inclusiones bellísimas y un ópalo rojo con juegos de color impresionantes. Otro anillo de plata, con un jade bicolor precioso y buenísimo, tallado con un dragón. Y un tercero, muy atrevido, en plata con una espodumena increíble.
“He realizado un anillo en forma de boca que me encanta…”, concluye Laura Márquez llena de satisfacción. A la diseñadora –también tasadora habitual de joyas- le gusta trabajar de encargo para joyas de petición de mano para aquellos que buscan una pieza singular y única, con la esperanza de que el amor va a s
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