HERMANDAD SAN ISIDRO LABRADOR
Pocos Santos gozan de tanto fervor popular como San Isidro Labrador. Incluso antes de su canonización ya era reverenciado como autor de milagros por los habitantes de la Villa y Corte, según atestiguan algunos códices del Siglo XIII. Hijo también de labradores, San Isidro sirvió a la hacendada familia Vargas, en cuyo caserío trabajó durante mucho tiempo.
Un gran cronista asegura “que toda su vida fue una serie no interrumpida de actos de caridad, de oración y de modestia”.
En 1619 fue beatificado por Pauto V, y tan sólo tres años más tarde, canonizado por el Papa Gregorio XV.
San Isidro vivió algún tiempo en Torrelaguna y allí se casó con Santa María de la Cabeza.
Se murió a la edad de noventa años, sus restos incorruptos, se guardan en una arqueta de plata, ofrendada por el gremio de plateros de la Iglesia que lleva su nombre en Madrid.
Entre los muchos milagros atribuidos a San Isidro, se encuentra el que dio origen a la fuente, cuyas aguas siguen teniendo fama de milagrosas después de novecientos años.
Cuenta la tradición que estaba San Isidro arando los campos de su amo Ivan de Vargas, pidió agua, como no había, el Santo golpeó una piedra e hizo brotar el chorro que sigue manando en la actualidad.
En el Siglo XVI, la Reina Isabel hizo construir una ermita en el lugar del milagro en agradecimiento por haber curado con las aguas al futuro Rey Felipe II.
C.M.R.
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