LA ÚLTIMA PUERTA GRANDE PARA EL TORERO DEL MECHÓN BLANCO

Un halo de luz recibía la salida del féretro

 Reportaje gráfico y texto: Por © DOLORES DE LARA

Eran las 4 de la tarde de un día que comenzó gris y se fue azulando poco a poco. El gentío, como en esperada tarde de toros, ponía cerco a la Monumental de Las Ventas para ver salir por la Puerta Grande al torero del mechón blanco, Antonio Chenel “Antoñete”.

Antes de traspasar el umbral, al cierre de la capilla ardiente, la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre dejó sobre el féretro la Gran Cruz de Beneficencia del 2 de Mayo, siendo ayudada por el hijo pequeño del difunto torero .Esperanza Aguirre llegó acompañada de Ignacio González.

Se encontraban allí, Pedro Antonio Martín Marín, responsable del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid; José María Álvarez del Manzano, ex-alcalde de Madrid, Carlos Abella, Director Gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid.

Periodistas como:  Molés, Pedro Javier Cáceres, Juan Miguel Nuñez, Moncholi, Nacho de la Serna… Y, entre la gente del toro, César Rincón, Enrique Ponce, Victoriano Valencia, Víctor Puerto, Rafaelillo, Curro Díaz, David Mora, Juan Mora, Cayetano Rivera, Curro Vázquez, Luis Álvarez …

Además de grandes toreros, llegaron muchos aficionados del mundo taurino, aficionados que se desplazaron desde distintos puntos de España, esperando ansiosos ver salir el féretro del maestro madrileño por la Puerta Grande de Las Ventas, la última Puerta Grande de este torero apodado “Antoñete”.

Muchos fueron los compañeros, los de antes y los de ahora, los que quisieron estar a su lado, en su último adiós, el definitivo, el que no tiene vuelta de hoja. Ese que tendremos que recorrer todos los mortales.

Esperanza Aguirre ayudada por el hijo pequeño del difunto torero

Después de la entrega de la medalla hubo emocionados aplausos

     

  Enrique Ponce, le llora                   Victoriano Valencia, le reza

Su viuda Karina Bocos, es consolada por E. Ponce

TODOS ACUDIERON

 

  

  

  

 

   

LO QUE NUNCA MORIRÁ SERÁN LOS RECUERDOS

Los recuerdos seguirán, recuerdos de faenas apoteósicas, como la que compartió junto a “Atrevido” – blanco toro como su blanco mechón –toro  que lo aupó a la gloria de la fama, aunque no a la gloria divina, la gloria divina es la que ahora alcanzará.

Desde este instante estará haciendo el paseíllo en compañía de otros grandes que partieron antes que él.

Sólo nos queda, como a todo buen cristiano, desearle el descanso eterno.