(Rafael Dupouy Gómez en compañía del diestro venezolano Bernardo Valencia en el Cortijo “Santa Marta”, Cúa, Edo. Miranda, Venezuela. Año 1995)
Por Rafael Dupouy Gómez
El pasado 18 de octubre nos sorprendió el fallecimiento del gran diestro venezolano Bernardo Valencia.
Bernardo fue un torero muy especial para la afición, porque se convertía cada tarde en un auténtico “gallo de pelea” para sus compañeros de cartel.
Era emocionante verle, sin amilanarse ante lo que tuviera por delante, respondiendo siempre con valor, pundonor y entrega total, siendo uno de los toreros que más corridas de toros ha toreado en Venezuela.
Con Bernardo nunca se sabía lo que podía ocurrir en el ruedo. Le garantizaba al espectador permanecer en vilo, con el corazón en la boca, esa era la angustia que generaba al exponer tanto ante la cara del toro.
Fue, indiscutiblemente, un matador de toros de seguro. Nunca defraudaba ni hacía quedar mal a nadie. Buen compañero de cartel que apretaba y exigía a sus alternantes lo mejor de su toreo.
Lideró con su compatriota José Nelo “Morenito de Maracay” una etapa histórica importante en el toreo venezolano de muchos años, generando una sana rivalidad entre ambos.
Los que tuvimos la fortuna de verle torear, nunca olvidaremos aquellos espectaculares pares de rehiletes, partiendo las banderillas en la pala del pitón del toro, para luego ponerlas cortas con gran habilidad y destreza. Era uno de sus sellos característicos que más lo identificaba y diferenciaba de los demás.
Bernardo Valencia, representó con auténtica gallardía el toreo tremendista que levantaba al público de sus asientos.
Mi abuelo Florencio Gómez Núñez, admiró de Bernardo su raza y temperamento, siempre valeroso, dispuesto a jugarse la vida y entregarse por completo cada tarde. Mi madre Rosa Elena, siempre exclamaba cuando lo veía torear: ¡Ahora vamos a sufrir!
En el toreo de Bernardo Valencia se mezclaban las emociones. Fue un diestro enrabietado, irreverente e impredecible que obligaba al toro a someterse a su estilo y forma de torear.
Los descendientes de su dinastía, deberían continuar la senda brillante que dejó Bernardo Valencia como figura de nuestra torería. Nos queda la esperanza y la ilusión que así será en un futuro no muy lejano.
Me parece muy merecido el reconocimiento y homenaje póstumo al destacado diestro venezolano que la Plaza de Toros Monumental de Valencia (Venezuela) ahora lleve su nombre “Bernardo Valencia”.
En nombre de la familia Dupouy Gómez, a los familiares de Bernardo Valencia, nuestro respeto y sentido pésame por su inesperada muerte. Lamentamos profundamente su partida.
Paz a su Alma.
Que paso con el Cortijo Santa Marta en Cua, Edo. Miranda?
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