Por Fernando Claramunt López
Querida Dolores de Lara:
"Algo deberíamos decir de Julián Casas "El Salamanquino", quizá el que con mayor devoción dedicase la muerte de sus toros a la reina Isabel ll, como la de aquel primer cornúpeta de su lote, lidiado en la plaza de Madrid cierto día 5 de abril: Brindo por la Reina, La Constitución y La Libertad, que resume el ideal de los españoles de su tiempo.
A Julián Casas lo encontramos vestido de verde manzana y oro en el centro del cuadro de Manuel Castellano en el patio de caballos de la plaza de toros de Madrid.
Nacido en Béjar, de familia acomodada, con excelente educación, se disponía a estudiar Humanidades en la Universidad salmantina, donde hubiera adquirido formación en Cirugía. Pero la epidemia de cólera le dejó huérfano de madre y empezó a frecuentar capeas y novilladas por los pueblos. Por su buen carácter y cualidades morales hizo gran amistad con "Cúchares", que le protegió, así como con Juan León, Cayetano Sanz y Perico "No te veas", que en cierto modo le dio la alternativa en Madrid al actuar juntos en corrida de toros, sin cesión formal de trastos, el 5 de julio de 1856.
Fue a Perú en 1870 y toreó veinte corridas con gran éxito. Era un buen embajador de España, con modales corteses y aire distinguido. A los sesenta años cumplidos, ya retirado, con considerable fortuna y dueño de una ganadería, volvió a vestirse de luces. De celeste y plata pisó la arena para actuar, el 25 enero de 1878, en la corrida real con motivo de la boda de Alfonso Xll y la reina doña Mercedes de Orléans."
(En Fernando Claramunt López : "Los toreros de Isabel ll", cap.Vll. Madrid, 2005) .
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