jueves, 19 de enero de 2012

MANUEL FRAGA, EL HOMBRE QUE DEFENDIÓ LA DEMOCRACIA

©Dolores de Lara

MANUEL FRAGA, LA ETERNIDAD ES TUYA 

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“Ayer se fue, mañana no ha llegado…”

Francisco de Quevedo.

LO INSÓLITO COTIDIANO

Por ANTONIO D. OLANO / Fotografías:©DOLORES DE LARA y Archivo 

Antonio D. Olano

Me horroriza la posibilidad de entrar en el carrusel de los presentes de indicativo, en esa feria de las vanidades, sarampión que invade a los pretendidos amigos de los personajes que naufragaron en la travesía de ese mar de entelequias todavía sin resolver, que forman la vida. He recordado en ocasiones tales lo que César González Ruano llamaba “la semana del duro”. Que, traducido a nuestra actualidad tan pasajera, debería traducirse a los “saldos” que se multiplican en tiempos de vacas flacas.

Felizmente e nombre del hombre íntegro, cabal, honrado (es una pena tener que aclararlo en tiempos de corrupción a caño abierto) en todo el sentido de la palabra honesto y cuando triunfan los tramposos banderín de enganche de la verdad…Todo “e ainda máís”, superlativo que emplean nuestros paisanos gallegos, todo se encerraba en el baúl de su prodigiosa memoria, prodigiosa cultura, talento hoy inaudito, balanza de equilibrio, que habitaba en toda la carne mortal de Manuel Fraga Iribarne.

Maneras tajantes de hombre adusto, Manuel Fraga estaba habitado por una sensibilidad artística, poética, que pocos adivinaban. España, nuestra España desprecia a cuantos y a cuanto ignora.

“La calle es mía” Se repite que dijo y solamente pretenden que se recuerde –vileza, que algo queda- cuando se pretende brindarnos su imagen desde los espejos deformante, valleinclanescos espejos cóncavos. En estos momentos de lágrimas, ante su cuerpo custodiado por coronas, sobre todo de amor de los que para siempre serán suyos, conviene vaticinar que sí, que la eternidad es suya.

  ©Dolores de Lara

Corros de plañideras, mercenarias del dolor que en Galicia aun existen, se han sumado a la coral de los recuerdos que solo a ellos atañe y escriben del difunto en razón de ellos mismos que no renuncian a ser el niño en el bautizo, el marinerito en la primera comunión y el muerto en el entierro. Son los descuideros, las moscas de los excrementos, que pretenden ataviarse con las galas del difunto. Y a fe que aparecieron “ a bondo” cuando las campanas rosalinianas de Bastabales, sonaron con sonido opaco como lo hacen al repicar a muerte. Una muerte que no llama a los buitres, sino a las puertas de la gloria.

La envidia, flor amarilla de la España que invertebrados (dixit Ortega) no pudo hacer mella en el prestigio. Oro de ley del mejor mozo de España. ¿De donde, en donde no hubiese sido respetado, luego admirado, como figura cumbre de la política y la bonomía?. Me decía Gerardo Seco, que Fraga, de haber nacido en una Inglaterra que fue su dorado exilio, sería considerado como una de las figuras cumbres de la Historia británica. Pero bastante ha conseguido al ganarse el respeto de “las dos Españas”, que Fraga estuvo a punto de conseguir que solo fuesen una y grande, que no se convirtiesen en nuestra perdición.

Fue y seguirá siendo, llenó y llenó espacios periodísticos, televisivos, muchos y varios la desaparición de quien, desde hace años, está en la Historia de España escrita con mayúsculas.

De todos los exégetas, los de la verdad verdadera, escojo un título, portada de un articulo antológico que firma Mariano Rajoy Brey, registrador de la propiedad y, para nuestra suerte, timonel de una España que había perdido el oremus, Rajoy, sobrino de un gran poeta gallego, Bouza Brey, convierte en dos versos bellísimos y rotundos el título de un artículo certero. “Manuel Fraga, amor a España, pasión por la libertad”.©Dolores de Lara

Afirma el Presidente, que “Manuel Fraga tiene rasgos de ejemplaridad que trascienden las distancias ideológicas”

Me solicitaron que, siempre a vuela pluma y con rapidez del rayo, escribiese “algo sobre tu amigo Manuel Fraga”. Don Manuel lo dejó todo escrito, y bien escrito, en decenas de libros de su autoría. Autorizó biografías con resultados varios. Hicieron historia de sus anécdotas, para mi trascendentales, Rogelio Baón y Enrique Beotas.

Me insisten, si, me insisten en que deje escrito la vivencia de ambos. No me es posible en estos terribles momentos de mi vida. Aun no es mañana. Mañana y muchas mañanas, más solo me quedan las lágrimas.

CASUALIDAD, DIEZ AÑOS HACÍA CELA DE SU FALLECIMIENTO. DIEZ AÑOS, EL MISMO DÍA DEL ENTIERRO DE FRAGA.

Archivo Me llama si, Rafael Flores, que guarda en su memoria y transcribe con su pluma única, la más original desde Ramón, sus vivencias. Y me saluda asi (17.1.2012): “hoy cumplimos diez años sin Camilo”.

Se refiere, claro está, a San Camilo José Cela. Hoy, cuando otro ataúd, el de Fraga, da un golpe de ataúd en tierra – algo perfectamente serio- el cuerpo inmortal de Manuel Fraga que, mañana harán diez años del sepelio de D. Camilo, Fraga le acompañó a él, a su, dicen, su última morada.

Hace diez años, diez, se me murió Camilo al que tanto quise y él tanto me quiso. Fraga le acompañó hasta su última morada, en Iria. Don Camilo está debajo de un olivo.

Allí, en la Fundación Cela, escoltada por viejas máquinas del ferrocarril, coincidieron el profesor Villanueva y Fraga, en villalbeses como yo, para, sumarse a la suprema decisión de Camilo José Cela, concederme uno de los pocos premios grandes que me otorgaron en mi ya lengua biográfica: El Antonio Machado de relatos.

D. Olano recibe el premio de manos de Cela y Fraga

Ambos genios, Fraga y Cela, me entregaron “al alimón”, como a veces se hace en el toreo, galardón y cheque que todo es necesario.

Cenamos en “Chez Rivera”, comedor favorito del Premio Nóbel. Presente y jurado. Mariano Tudela, el coruñés feo, sentimental y escritor que a veces se conformaba con hacer el paseíllo entre los subalternos, cuando era un narrador de cartel de lujo.

También el escritor y director cinematográfico, Pepe Briz, que fue el que me anticipó, confidencialmente mi premio, en secreto, claro está.. Pero a voces, como ocurre en estos casos. Briz había dirigido la serie televisiva basada en el recio y tierno relato de Camilo, había caminado con sus cámaras “Desde el Miño al Bidasoa”

“Torerillo de invierno”, “Toreo de salón”, se repartían titulares de libros, los más los más, los de Tauromaquia a los matadores gallegos, Émulos del gran “Celita”, don Mariano y Don Camilo, Fraga se unió a nuestra “conversación” pues formaba parte de la ropa taurina tan galaica.

Nuestra reunión fue de órdago a lo grande. Villanueva, Cela y Fraga, me hicieron vivir una de las jornadas más importantes de mi vida.

Me despedí de ellos en la vecina casa de Rosalia. Hubiese querido hacerlo, en sus respectivos domicilios y en sus casas de nacencia, de Enrique Líster el de la Bella Otero. En la misma ribera, del rio, ponía la primera piedra de su casa Borobó.

UNA GAITA CERCANA, UN GAITA LEJANA…

La gaita ríe; pero la gaita también llora. Galicia ceibe de cadenas y anticuallas. Fraga, al frente de la Comunidad Gallega -¡qué gran Presidente se dejó perder España!- devolvió a su tierra la melodía. Ahora queda, después ruidosa porque hizo renacer el ejército de gaiteiros celtas. La gaita fue su música de fondo, la que hubiese querido que acompañase al guión de una película, pero, sus ocupaciones no le dejaron escribir nunca.

La gaita, el sonido robado a los pulmones de los gaiteiros. Acompañaban siempre a don Manuel y a don Camilo en las calabriadas, en las romerías en las que participaban.

Los gaiteiros, uniformados en el escenario, para poner música al gran “Ballet gallego de Rey de Viana” (al que prestó todo su apoyo Manuel Fraga) se dejaron escuchar en el hasta luego mortuorio de Camilo y ahora de Fraga. Cumpliendo rigurosamente su testamento, otro genio gallego: Tino Grandio.

La música de gaita (gallega, bretona, asturiana, escocesa, celta toda), no están hechas para un réquiem como las campanas, si no, para anunciar resurrecciones.

La danza enxebre y la santa compaña de las gaitas, fue llevada por el desaparecido Ramón, como fondo del rodaje de “Galicia, miña nae dos dous mares” homenaje musical y cinematográfico que Juan Pardo brindó a la memoria del poeta de Galicia, Ramón Cabanillas.

Todas son para mí presencias que me acompañarán mientras la vida me permita seguir viviendo. Hoy me pongo en la solapa la Medalla de Galicia que don Manuel me impuso no hace muchos años. ¿Decíamos ayer?. Felizmente nuestro ayer es el mañana.

RECUERDOS, DULCES RECUERDOS

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Camilo José Cela en la Casa de Galicia junto a su mujer Marina el delegado de la casa José Antonio Ferreiro, y Antonio Olano

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Reunión en la Casa de Galicia. Manuel Fraga junto a Antonio D. Olano y Luz Divina Molinero.

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Un homenaje a Camilo José Cela. Interviene Fraga y Olano

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Últimas fotografías de Manuel Fraga, tomadas por  ©DOLORES DE LARA, casa del insigne escultor, Santiago de Santiago

MOMENTOS FELICES

©Dolores de Lara 

©Dolores de Lara

©Dolores de Lara ©Dolores de Lara

fraga,un hombre totalmente democrático

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