Por Aurelio Hdez. / Fotografías:©Dolores de Lara 
El domingo 5 de febrero se puso fin a la 55 edición de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, nueva denominación de la pasarela madrileña que en sus inicios se comercializó como Pasarela Cibeles.
Como su nombre indica, esta nueva nomenclatura se debe al acuerdo entre los responsables de Ifema y la compañía alemana de automoción, que desde hace años viene asociando su nombre al mundo de la moda.
Estilo e innovación, junto a la calidad, son valores íntimamente relacionados con el mundo de la alta costura y el diseño. Así, pasarelas tan prestigiosas e internacionales como las de Nueva York o Berlín son el espejo al que debe mirarse, sin complejos, la de la capital de España.
Esta nueva edición, que ha adelantado sus fechas, es una magnífica oportunidad para dar a conocer las propuestas de nuestros diseñadores españoles para el próximo otoño-invierno 2012-13.
En esta ocasión, al igual que en ediciones anteriores, la firma L´ Oreal Paris ha galardonado a la modelo barcelonesa Beatriz Saladich con el título de “modelo revelación”. El premio a la “mejor diseñadora” ha sido para Teresa Helbig que conquisto al jurado con una colección inspirada en los años 20.
Las pieles también han tenido su momento de gloria de la mano de Jesús Lorenzo, el peletero de Groenlandia, que nos ha propuesto piezas más ligeras con la confección de chalecos y chaquetas de astracán, sin olvidar las estolas y abrigos de martas cibelinas.
Una de las novedades ha sido la puesta en escena de su colección, donde sobre un escenario okupado por un grafitero absorto en su trabajo, ha dado la nota de color, no sólo al fondo de la pasarela sino que pudiera parecer que también ha tenido algo que ver en la coloración: verde, naranja, fucsia… de las puntas de las colas del cabello de las modelos.
Las pinturas de Klimt (se conmemora el 150 aniversario de su nacimiento en Viena) inspiran la colección de Miguel Marinero, donde las chaquetas brocadas y los corpiños de napa se complementan con un look creado por el diseñador en los rostros, como si de lienzos se tratara.
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