Con la habitual presentación y palabras de bienvenida de la Directora de la Fundación Silvia Gutiérrez, dieron comienzo las intervenciones.
La Directora de la Fundación Wellington, Silvia Gutiérrez
COLOQUIO ORGANIZADO POR LA FUNDACIÓN WELLINGTON
Informa: Mamen Díaz / Fotografías: ©Dolores de Lara
Madrid.- El pasado lunes 12 de Marzo, La Fundación Wellington, dentro de su ciclo de encuentros socio-culturales y políticos “Los Coloquios del Wellington”, organizó en los salones del Hotel que da nombre a la Fundación, el coloquio “España en Reformas”.
Alguno de los muchos ilustres invitados
El acto congregó a numerosos invitados que siguieron con gran atención las interesantes intervenciones de los ponentes: Ignacio Gordillo, Fiscal de la Audiencia nacional en excedencia y director del área penal del despacho. Martínez Echevarría, Jaime Requeijo, Catedrático Emérito de Economía Aplicada de la UNED y director de la “Revista Economistas” y Juan Antonio Sagardoy, Catedrático de Derecho del Trabajo y Presidente de Honor de Sagardoy Abogados.
de la Granja, muy atenta
Comenzó la moderadora de la mesa, la periodista y directora de “El Telediario de Intereconomía” Pilar García de la Granja, comentando que, tras cuatro años de crisis devastadora, Mariano Rajoy ha aprobado cuatro reformas estructurales que pretenden sacarnos de la crisis como país y como sociedad.
Para Sagardoy, según su gesto, algo no circula bien…
A continuación dio paso a Juan Antonio Sagardoy, quien habló de la reforma laboral. Las leyes laborales españolas siempre han estado desacompasadas con el resto de Europa y necesitaban una reforma, ya que las modificaciones del Estatuto de los Trabajadores de 1980 no fueron suficientes. Considera que existen tres puntos clave en la ineficiencia del sistema laboral español: el legislador se ha preocupado de proteger el puesto de trabajo más que al trabajador (siendo necesario seguir el modelo del Norte de Europa en el que se facilita la empleabilidad), olvida a las empresas con “un modelo esfinge de convenios colectivos” y los sindicatos poseen demasiado poder, convirtiéndose en los protectores de los empleados pero no de los empresarios.
La Reforma Laboral que el Gobierno está llevando a cabo consta de dos pilares fundamentales: facilitar las condiciones para la contratación y ofrecer soluciones alternativas al despido mediante la flexibilidad para cambiar las condiciones de empleo. Finalizó augurando que esta reforma empezará a dar sus frutos en unos cinco meses.
Requeiijo, muy positivo ante la crisis
A continuación tomó la palabra Jaime Requeijo, afirmando que la productividad es la solución a muchos de los problemas de la crisis. Por tanto, es necesario aumentarla puesto que “si aumenta la productividad, aumentará la capacidad competitiva de España”. Para ello hay que tener en cuenta tres factores: El tamaño del mercado (al tiempo que nos hemos incorporado a mercados mayores, lo hemos fragmentado internamente por las leyes autonómicas y debemos “restablecer la unidad del mercado”); la densidad de capital (a pesar de que el peso de la deuda pública frena la capacidad de crédito del país “hay que facilitar la inversión privada a largo plazo” para aumentar el capital y así aumentar la productividad) y la productividad total de los factores o “el aumento de la productividad gracias a una innovación o una reestructuración” por lo que es necesario estimular la innovación para aumentar la productividad y el crecimiento y esto se consigue facilitando la creación de nuevas empresas.
Ignacio Gordillo, nos despertó
Para finalizar, Ignacio Gordillo resumió en siete puntos las reformas necesarias en justicia: despolitización de la justicia (puesto que los nombramientos de los miembros del Consejo General del Poder Judicial se reparten entre los dos partidos mayoritarios); el Fiscal General del Estado ha de ser independiente y no debe de ser nombrado por el Gobierno; las sentencias no se ejecutan tal y como dictan los jueces puesto que los responsables de su cumplimiento son los Órganos Administrativos y las Autonomías; es necesario crear un Estatuto Jurídico de las Victimas para protegerlas, especialmente las del terrorismo; no se cumplen las Garantías recogidas en la Constitución como la presunción de inocencia, el derecho a defensa o el Estatuto del imputado y, por último, todos estamos sujetos a la ley y no caben privilegios puesto que vivimos en un Estado de derecho.
Según Gordillo, existen determinado privilegios entre partidos políticos, sindicatos y organizaciones administrativas.
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