Reza Padilla, reza
Por JUAN MIGUEL NUÑEZ (EFE) Fotografías:©DOLORES DE LARA
Madrid, marzo- 2012. El torero Juan José Padilla, roto, y no es metáfora, hace cinco meses en la plaza de Zaragoza, el 7 de octubre, cuando un toro le dejó ciego de un ojo y casi le quita la vida, retoma su carrera en los ruedos, hoy en Olivenza (Badajoz).
Heroica actitud por lo que significa aparcar tanto dolor para volver al desafío de enfundarse de nuevo el traje de luces. A Padilla le esperan de nuevo la incertidumbre y la angustia. A él y su familia. Pero también y sobre todo el sueño de la gloria, esa meta tan bonita como imprecisa que tanto desean los toreros.
Han sido cinco meses de lucha contra todo. Y todavía quedan resquicios pendientes. El oído y la mandíbula han mejorado ostensiblemente después de múltiples intervenciones y la valiosa ayuda de fisioterapeutas, logopedas y preparadores físicos.
El ojo izquierdo, sin embargo, no pudo ser. El parche formará ahora parte de su vida, como él mismo ha reconocido.
Pero le acompañará algo muy importante que ha sido clave en este tiempo atrás para superar todo: el apoyo de su mujer y sus dos hijos. Lydia y los pequeños Paloma y Miguel son el equilibrio de su balanza. Por los tres da todo Padilla. "La vuelta es para brindarles a ellos esta nueva vida que se me regala", ha dicho hace unos días el torero.
Hasta Zaragoza su carrera era el fiel reflejo de la superación y el amor propio. Catalogado como torero de lucha, cuyos valores suelen ser el arrojo y el dominio, pocas veces se llegó a reparar en otras cualidades artísticas que también desarrolló con maestría y personalidad.
Porque Padilla alcanzó el título de torero de ferias gracias a un sonado triunfo en Pamplona ¡con una corrida de Miura! en los sanfermines de 1999. Y desde entonces su sino ha sido la propia divisa de Miura y demás por el estilo, entiéndase, Victorino Martín, Cebada Gago, Pablo Romero, Conde la Corte, Cuadri, Guardiola y Escolar, entre otras, habituales en su carrera.
Aunque ahora, paradojas de la vida, todo se le presenta teóricamente mucho más fácil. Los compañeros ya figuras, los empresarios, la crítica y los aficionados le esperan con un talante muy diferente, brindándole la posibilidad de entrar en carteles con ganaderías teóricamente más cómodas que las citadas.
Después de Olivenza ya está anunciado en Valencia, Arles (Francia), Brihuega (Guadalajara), Sevilla "y las que tienen que venir", en la mayoría al lado de Morante, Ponce, Manzanares y nombres por el estilo.
No obstante, él se reafirma en la convicción de que "hay que asumir la exigencia y los valores del toreo", en su caso "sin dar pena a nadie", porque piensa salir "como uno más, dispuesto a ganar la pelea" y para ello ha puesto por delante la promesa de "respetar lo que ha sido siempre Padilla. Ese concepto del toreo nunca cambiará".
Está claro que, también frase suya, "quien tiene la voluntad, tiene la fuerza".
Vemos en esta instantánea:
LA LUZ DE LA VIDA O LA CLARIDAD DE LA MUERTE
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