El pequeño Antonio Bienvenida sonríe sobre los hombros de su padre el “Papa Negro”. Foto: Periódico “El Nuevo Diario”, Caracas, Venezuela. Año 1923. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
(Por: Rafael Dupouy Gómez (fotos: archivo)
El 25 de junio de 2012, se cumplen 90 años del nacimiento de Antonio Mejías Jiménez “Bienvenida”. Su madre doña Carmen Jiménez Álvarez, dio a luz el 25 de junio de 1922 en el hotel “Madrid”, uno de los establecimientos más confortables de Caracas, la capital venezolana, situado en pleno corazón de la urbe, frente al Teatro Municipal, cercano a los principales comercios, inmediato a los tranvías y autobuses, ubicado entre las esquinas de San Pablo a Municipal.
Fue el destacado médico venezolano y gran aficionado taurino, el Dr. José “Pepe” Izquierdo, quien lo trajo al mundo para que cubriera de gloria, arte y torería los ruedos que dignamente pisó convirtiéndose en uno de los grandes maestros de la historia del toreo.
En sus comienzos como becerrista, lo apodaron “El Caraqueñito”, haciendo referencia a su lugar de nacimiento. Existen algunas fotografías que así lo registraron para la historia en el año 1934.
Su padre, don Manuel Mejías Rapela el “Papa Negro”, durante una de sus visitas a Venezuela, ofreció una entrevista para el periódico “El Nuevo Diario” en el año 1923, de la cual he querido reproducir un extracto por la curiosa referencia que el “Papa Negro” hizo de su pequeño hijo Antonio nacido en Caracas:
Entrevista al “Papa Negro” en Venezuela
Entrevista realizada por el cronista taurino Edmundo Chispa:
¿Siente usted un gran cariño por su profesión?
-Inmenso, y mucho más que lo que pueda ganar en toda una temporada, me entusiasma y hace gozar una buena tarde. Y si no, mire: he ganado alrededor de cuatro millones de pesetas, y de eso no he conservado un solo céntimo, en tanto que el recuerdo de las ovaciones que he logrado alcanzar todavía son felicidad, alegría para mí, alegría muy grande, muy íntima que no cambio por esos milloncejos que he echado a la calle...
En una carrera vacilante hizo irrupción dentro de nuestro grupo, un “catirito”, y sentí la impresión de una espiga frondosa que nos hubiese caído encima, arrastrada por un fragante soplo del amanecer.
El diestro lo recibió y sostuvo entre sus piernas; alzó luego a la preciosa criatura hasta la altura de su cabeza, hasta sentársela en un hombro, aludiendo a ella para concluir la interrumpida confesión:
-¡Y éste no lo cambio por todos los millones del mundo!
¿Es el último?
-El último de cuatro que tengo.
Ladeó trabajosamente la cabeza para mirarlo, y nos dijo:
-Es un venezolano. Nacido en Caracas, conque figúrense ustedes, ni mi mujer ni yo podremos olvidar esta tierra cuando de ella nos llevamos un fruto tan querido.
En tanto, empeñado en una lucha contra los cabellos del diestro, el pequeño reía con una risa de rosa recién mojada.
(Periódico “El Nuevo Diario”, Año 1923. Venezuela)
Hermosas palabras del “Papa Negro” demostrando su sencillez y gran calidad humana. Un hombre agradecido por nuestra tierra venezolana, a la que tanto quiso gozando de entrañables y buenas amistades.
Antonio Bienvenida, Luis Sánchez Olivares “Diamante Negro”, Florencio Gómez Núñez y Ángel Luis Bienvenida en Caracas, Venezuela. Año 1963. (Foto: Archivo Hnos. Dupouy Gómez).
Mi abuelo Florencio Gómez Núñez, gozó de la amistad de la familia Bienvenida, al igual que su padre el General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela, y su hermano Juan Vicente. Siempre recordaba a todos los integrantes de la dinastía como personas nobles, amantes a tiempo completo de su profesión, que vivían intensamente para el mundo del toro con honradez y entrega absoluta.
Antonio Bienvenida, llegó al grado máximo de la torería y su recuerdo en este día especial en el que se cumplen los 90 años de su nacimiento, bien merecen estas líneas de admiración y cariñoso afecto a su memoria.
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