Valiente sí que lo es, no puede negarse lo que es visible.
Pero ayer no profundizó.
Demasiados alardeos de niño de escuela de primaria
Por Ignacio Rubio / Fotografías: ©Dolores de Lara
La plaza de toros de Bolaños de Calatrava, estuvo marcada por la falta de público y la frialdad del festejo, carente de emoción y de un resultado más esperanzador para el joven aspirante a torero. Vestido de grana y oro con los nervios típicos de la responsabilidad de saberse único protagonista de la tarde.
Carlos estuvo desdibujado y sin encontrar los terrenos adecuados en toda la tarde. Enfrente cinco novillos de Juan Vidal Martín ganadero local, aunque las reses pastan en la finca La Solanilla en la vecina Moral de Calatrava. Distinto juego dieron y distintas las formas para enfrentarse a un encierro que tuvo de todo, nobleza, falta de fuerza como el primero la boyantía y bravura del segundo y el genio y picante el resto, así pues la variedad y las formas de enfrentarse a ellos pedía variedad y mucho dominio.
Carlos ayer no estuvo como en el es habitual su variedad con el capote quedo casi inédita en todos sus oponentes, porta gayola incluida en dos y largas en el tercio en otros, la verónica brillo por su ausencia, el remate a una mano lo mejor, inusual en el chaval que domina esta suerte con solvencia, a su primero que lo llevo a media altura por su escasa fuerza, destaco el toreo en redondo, una serie al natural con cambio de mano y redondos invertidos en genuflexo, cerro por Bernardinas, estocada trasera para oreja.
El segundo fue el bombón del encierro, Carlos brindó a Marco Galán banderillero que habitualmente va con él y está convaleciente de la cogida sufrida en Valladolid, la faena mas compuesta y variada destacando los redondos y dos series con la zurda de temple y mando, el final por los adentros con trincherillas de mano baja y mal con la espada dos pinchazos , estocada y dos descabellos dejaron el triunfo en ovación. Desde el tercio el animal fue aplaudido en el arrastre y se le pidió la vuelta al ruedo que el usía no concedió.
El resto del festejo se resume en un querer y no poder de Carlos, no encontró los terrenos y no llego a entender el tipo de lidia que pedían los bichos, que dentro de su mansedumbre y genio se tragaban la muleta al ponerla. Carlos se llevo dos orejas, pero su labor no paso de discreta, le faltó dominio y ceñirse y embraguetarse como otras veces. La frialdad del tendido pudo influir, pero hoy Carlos estuvo distante, se perdió entre los brindis.
En resumen aprobado por las orejas, para salir en hombros, pero un bagaje más pobre de la expectación que lleva consigo.
Su peña pedió orejas para justificar una tarde fría, no es el mejor de los apoyos.
Los triunfos caerán solos, tan solo, por su buen hacer.
Ficha del festejo; Bolaños de Cva; un quinto de plaza, Novillos de Juan Vidal Martín, bien presentados y de buen juego, el mejor, el segundo.
Carlos Aranda como único espada; oreja, palmas, oreja, silencio y oreja.
Reportaje Gráfico: ©Dolores de Lara
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EL PALOMAR
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DESDE EL CALLEJÓN
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A LA SALIDA
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TORRE DE CONTROL
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GRADERÍO
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MULILLEROS
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LA CUADRILLA CON EL TORERO Y EL SOBRESALIENTE
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