EL PADRE ANGEL: UNA VIDA DEDICADA A LOS POBRES Y DESFAVORECIDOS

50 AÑOS DE MENSAJEROS DE LA PAZ

El padre Ángel, siempre con la sonrisa en los labios

Texto: JAVIER DE MONTINI / Fotografías:© DOLORES DE LARA

3/10/2012.- ¡Cincuenta años de Mensajeros de la Paz! En fechas: De 2 octubre de 1962 a 2 de octubre de 2012. Y una vida, la del padre Ángel García Rodríguez, dedicada por entero a los pobres y desfavorecidos. Sigo los pasos de este cura de Mieres (Asturias) desde que puso en marcha la institución. Bueno, le conocí antes, a últimos de los cincuenta, cuando fundó en Oviedo, al alimón con el padre Ángel Silva, la asociación Cruz de los Ángeles para crear hogares infantiles donde acoger en "vida de familia" a niños huérfanos y a niños marginados.

A Madrid, llamado por el cardenal Tarancón, el padre ´´Angel se vino solo. ¿Objetivo? Prestar atención a los más débiles y más necesitados. O sea, buscar un modo de integrar en la "vida familiar" - en "hogares"- a niños pobres y a jóvenes desnortados. Así surgió Mensajeros de la Paz. Una asociación que, paso a paso, se encontraría con mujeres maltratadas, con discapacitados necesitados de ayuda, con chicos enganchados a las drogas y, más adelante, con los "mayores" afectados por la soledad y los "abuelos" poco menos que abandonados.

Asisto a la celebración de los 50 años de Mensajeros de la Paz bajo la presidencia de Honor de los Reyes de España. "Me alegra que nos acompañes, tú has asistido a nuestro nacimiento", me dice el padre Ángel (Mieres, 13/3/1937), siempre con sus brazos abiertos y su eterna bondad en la sonrisa.

A mediodía, misa de acción de gracias en la iglesia de San Jerónimo el Real con los cantos a cargo del Coro Minero de Turón.

A la tarde, en el Palacio de Congresos de Madrid, con Juan Ramón Lucas de maestro de ceremonias, asamblea extraordinaria que preside José Ignacio Echeverría. Asiste Juan José Lucas. Realmente magistral la conferencia del cardenal arzobispo de Tegucigalpa Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga a quien algunos barajan como "papable". Tema muy ceñido al mundo que vivimos: "La solidaridad en tiempos de crisis".

El cardenal Maradiaga (Tegucigalpa, 1942), a quien Benedicto XVI ha confiado la presidencia de Cáritas Internacional, lo tiene claro: "La pobreza es el mayor problema de la paz y la solidaridad es la mejor respuesta a este problema". ¿Aún estamos a tiempo? Pone optimismo: "Todavía no es demasiado tarde". Interviene también la periodista Tawakkol Karman (Yemen, 1979), premio Nobel de la Paz 2011 por su trabajo "en favor de la seguridad de las mujeres y de su pleno derecho en la construcción de la paz".

La jornada concluye con una cena multitudinaria, más de mil comensales. Donativo de cincuenta euros con destino a los "comedores infantiles". Además del cardenal Maradiaga, arropan al padre Ángel el arzobispo de Valencia, los obispos de Astorga, de El Alto (Bolivia), de Alejandría-El Cairo y el de Battabang (Camboya) que el jesuita asturiano Kike Figaredo, de la familia de los Rato. Brilla por su ausencia el cardenal Rouco Varela, de Madrid.

 

 

 

También hay figuras populares: Laura Valenzuela, Lina Morgan, Raphael y Natalia Figueroa, Ana Rodríguez (ex de José Bono), Ana Belén y Víctor Manuel (de Mieres como el padre Ángel), Sandra Ibarra, Remedios Cervantes, Silvia Jato, Ana Rosa Quintana (que viene ayudando muy eficazmente a Mensajeros de la Paz en Haití), Nieves Herrero, Ángela Carrasco con su marido Ramón, Ana Gamazo, Antonio Garrigues, Patricia Olmedilla y Gonzalo de la Cierva, Cari Lapique y su hija Carla Goyanes... Asisten Borja Thyssen y su esposa Blanca Cuesta a un mes de dar a luz al tercer hijo, Enrique Rojas y su mujer Isabel Estapé, Cristina Fernández (Fundación Inocente), el pintor Manolo G. Linares, Miguel Ángel Rodríguez, Ramón Sánchez Ocaña...Oficia de presentadora en el sorteo de regalos y en la subasta solidaria Belinda Washington.

El padre Ángel no se harta de repetir la palabra "gracias"...porque Mensajeros de la Paz, que trabaja en España y en 48 países más de Europa, África y América, "no es la obra de una sola persona, o de dos, sino la de cientos y miles que creen que un mundo mejor es posible". ¡Animo! ¡Arrimemos todos el hombro, pegados codo con codo al padre Ángel!