Texto y Reportaje gráfico: ©DOLORES DE LARA
Madrid, 7-X-12.- Última corrida de la Feria de Otoño. Con el tendido casi lleno, el público esperaba con impaciencia la presencia en el albero de la Monunental de Las Ventas a los tres espadas de turno. En esta ocasión, Fernando Robleño, Javier Castaño y Alberto Aguilar, un tridente valiente y con ganas de triunfar. Y digo valientes porque se las tuvieron que ver con toros de la ganadería de Palha, toros que presentaron grandes dificultades para su lidia, unidas a su aparatosa y astifina cornamenta.
Hubo de todo, lo que hizo que la corrida estuviera entretenida; lo peor, el aparatoso y peligroso revolcón, a priori, con cierta transcendencia, que sufrió el diestro Javier Castaño al ser empitonado por el segundo toro de la tarde al entrar a matar. La faena, a duras penas, la completó el diestro renqueando y con signos de dolor a resultas del mencionado enganche.
Una vez que el toro jabonero perdió la vida, el torero tuvo que pasar por la enfermería. Todo quedó en un buen susto. Castaño reanudó y completó su intervención con la lidia del segundo toro de su lote, quinto de la tarde, lidia que reanudó con la taleguilla completamente restaurada con vendajes.
La mejor faena, fue la ofrecida por el banderillero de la cuadrilla de Javier Castaño, David Adalid, que demostró tener un par… de narices para colocar los palitroques al anteriormente mencionado quinto toro, un auténtico rinoceronte que daba pavor sólo con mirarlo y ver esos dos pitones que apuntaban al cielo.
Como anécdota, reseñar que, pese a la premura de tiempo debido a la celebración del partido de fútbol entre Barcelona y Real Madrid, nadie quiso abandonar la Plaza antes de finalizar la corrida.
UN PASEO POR LA TAURINA FERIA OTOÑAL DE LAS VENTAS…
María y Abella haciendo el paseíllo
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EN LA CALLE, TODOS CONTENTOS
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