Fdo.Manuel Carrera
ME siento lleno de orgullo al contemplar la "Estela de la Almudena", una obra que, en sus escenas, recoge los momentos bíblicos más importantes y trascendentes de nuestra Historia Sagrada.
Desde mi niñez, seguí estos acontecimientos con gran interés por su significado y ejemplaridad. Posteriormente, durante toda una vida repleta de trabajo, viajes y experiencias, me ha acompañado el recuerdo de aquellas divinas y sabias enseñanzas.
Cuando la Fundación Villa y Corte pensó en mí para realizar una obra dedicada a nuestra Virgen, vimos llegado el momento de construir, con aquellos recuerdos, con las escenas más significativas de la historia de la recién concluida catedral y con elementos representativos de nuestra ciudad, una gran obra, a la vieja usanza, con vocación de perdurar siglos. Tan inesperada para esta época como la propia catedral. Así nació la “Estela de la Almudena".
Presentí que sería un gran éxito, no sólo por la ilusión puesta en el proyecto, sino por saber que contaba todavía con el mejor equipo posible de artistas y orfebres, capaces de culminar una gran obra; probablemente, la última gran obra de la platería utilizando las técnicas tradicionales. Por muchos motivos quiero agradecer y resaltar a todos los que han participado haciendo realidad este bello sueño.
Gracias a la Fundación Villa y Corte de Madrid y muy especialmente a Ángel Manuel García; Presidente y luchador reconocido. A mi hijo Manuel Carrera Cordón, por su gran colaboración en el proyecto y, como no, a todo el equipo, algunos especialmente mayores de edad que, de una u otra forma, han hecho posible esta obra.
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