Texto: Dolores de Lara / Fotografías: ©J. Campos
Con un frío de perros propio de los países siberianos, un año más –y van ya muchos— con estas bajas temperaturas, se ha celebrado el tradicional desfile de los carnavales en este pueblo manchego de La Solana (C. Real).
Qué fuerza de voluntad al poner al mal tiempo tan buena cara. Todos, absolutamente todos, son merecedores del premio.
Hemos visto niños, e incluso a bebes desfilar junto a los adultos al son de la música de sus respectivas comparsas, ataviados con tocados vistosos y coloridos vestidos, imitando anuncios publicitarios de marcas conocidas, dichos y hechos de los personajes reales o ficticios más célebres y famosos del mundo entero.
No podían faltar las habilidosas majorettes que habitualmente abren los desfiles de todo tipo de fiestas.
El punto final se pondrá, como todos sabemos, el miércoles de ceniza con el entierro de la sardina.
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