martes, 23 de abril de 2013

“EL MERCADO DEL LUJO”

COLOQUIO CELEBRADO EN LA FUNDACIÓN WELLINGTON

 ©Dolores de Lara

Todo se desarrolló con gran camaradería, gracias a las graciosas ocurrencias de el gran Boris Izaguirre

Por Mamen Díaz Saura / Fotografías: ©Dolores de Lara

  Mamen Díaz  Madrid.- Ayer lunes 22 de abril, a las 20:00 horas, la Fundación Wellington, continuando con su ciclo de encuentros socio-culturales y políticos “Los Coloquios del Wellington”, organizó en los salones del Hotel que da nombre a la Fundación el coloquio “El Mercado del Lujo”.

©Dolores de Lara

El acto congregó a numerosos invitados que siguieron con gran atención las interesantes intervenciones de los ponentes: Dª Beatriz de Orleans, Presidenta y Fundadora de la Asociación Española del Lujo; Dª Marta Robles, periodista y escritora; y D. Boris Izaguirre, escritor y periodista.

©Dolores de Lara

Con la habitual presentación y palabras de bienvenida de la Presidenta de la Fundación Dña. Cristina Moratiel, dieron comienzo las intervenciones.

©Dolores de Lara

Tomó la palabra la moderadora de la mesa, la periodista Ana Samboal, quien introdujo el tema de la velada preguntando a la mesa sobre que es el presente y el futuro del sector del lujo.

La primera en responder fue Beatriz de Orleans, quien comenzó aportando algunos datos acerca del mercado del lujo: Europa domina el 75% del mercado global del lujo, dando empleo a un millón de personas de forma directa y a 800.000 de forma indirecta. Protege la artesanía y fomenta la creatividad.©Dolores de Lara El lujo es la excelencia de lo bien hecho, siendo sinónimo de calidad y savoir-faire. En su opinión, el lujo tiene que ser admirado y hacer soñar como definió Aristóteles en el siglo III: “el lujo comienza cuando ya se ha cubierto la necesidad”. Hoy en día el lujo se basa en un nuevo concepto, ya no se trata de poseer un objeto sino de algo sensitivo e íntimo: disponer de tiempo. El lujo es de aquel que, sin poseerlo, sabe apreciarlo.

Le cedió el turno a Marta Robles que coincidió con Beatriz de Orleans en que el mayor lujo hoy en día son el tiempo y el bienestar.©Dolores de Lara La industria del lujo genera mucho dinero, es un nicho de mercado que perdura en el tiempo, siendo Francia una potencia indiscutible en este terreno. El rey Luis XIV convirtió a París en la capital del lujo, por encima de Londres, Venecia o Amsterdam. Creó un culto a la belleza, naciendo el concepto de “mirar y ser mirado”, dando pie a la creación de un nuevo mercado, la industria de fabricación de espejos. El lujo evolucionó alcanzando su mayor apogeo cuando se convierte en algo intangible: el refinamiento de la palabra, el conocimiento y la cultura. En el siglo XIX el lujo es tener derechos. Posteriormente, en la Belle Époque, el lujo pasó a ser algo ostentoso, se crearon las Galerías Lafayette, el concepto de “irse de compras” y se introdujo la bisutería y el brillo de lo falso de la mano de Coco Chanel. Ahora, en el siglo XXI, el verdadero lujo gira en torno a la salud y al tiempo, vivir mejor, parecer más joven… En su opinión, cada uno disfruta el lujo en la medida de lo que se puede permitir.

Para Boris Izaguirre el lujo es un exceso sin uso útil. ©Dolores de Lara Le parece que está más cerca de los exhibicionistas que de los sibaritas y alimenta sueños pero también alimenta ambiciones. El lujo ha vivido un proceso democrático, se trata hoy de un fenómeno global. Retomando los datos aportados por Beatriz de Orleans, afirmó que solamente en Europa se conoce el proceso artesanal y que los países emergentes necesitan el referente que representa Europa en el sector del lujo. Quizás en España no tengamos la sapiencia francesa, pero han existido grandes figuras en el mundo de la alta costura como Balenciaga y otros grandes diseñadores como Úngaro y Oscar de la Renta que se han formado en nuestro país. Aun así, tener todo lo que se desea siempre, ya no es lujo. El lujo siempre tiene que ser una gran experiencia, algo único, aunque se repita más de una vez en el tiempo.

Ana Samboal retomó la palabra para leer las preguntas del público asistente.©Dolores de Lara    La primera fue acerca de la fortaleza y las debilidades de la industria del mercado del lujo en España, que fue respondida por Beatriz de Orleans, quién afirmó que el lujo es creatividad y que nuestro país es muy creativo, pero que faltan inversión y respaldo económico. En España el lujo no es la moda, existe mucho potencial en la arquitectura, el vino, los zapateros, el aceite, la sal, la fabricación de guitarras... Marta Robles añadió que, gracias a asociaciones como la de Beatriz de Orleans, se está potenciando este mercado, apoyando el proceso artesanal. La moda low-cost española está muy bien posicionada, pero la alta costura no está nada promocionada. Para Boris Izaguirre, gracias a la crisis hemos aprendido a conocernos y estudiarnos mejor. Nuestro punto fuerte en cuanto al lujo es el turismo, y tenemos que cuidarlo puesto que tenemos nuestro entorno natural abandonado. Otra de las preguntas realizadas por el público fue acerca de las falsificaciones, a lo que Beatriz de Orleans respondió afirmando rotundamente que es “deleznable” que quien se pueda permitir pagar lleve una falsificación. Sin embargo, las falsificaciones no les hacen daño a las grandes marcas porque el consumidor que las compra no es mercado potencial de las marcas de lujo. Marta Robles añadió que cuando se accede a un lujo que ha costado alcanzar puede caerse en el exhibicionismo, buscando lucir grandes marcas para hacer ostentación de ello. En cambio, para Boris Izaguirre lo hortera es necesario porque sirve de medida de equilibrio.

GRANDES APLAUSOS SE DEJARON OIR EN LA SALA

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