Todos alrededor de la mesa “Vargas Llosa”. Encima, el busto con autenticidad del escritor peruano realizado por el gran artista, Santiago de Santiago
Texto y Fotografías:©Dolores de Lara
Ayer se celebró en petit comité la inauguración de la Mesa Vargas Llosa, en el Restaurante Casa Lucio sito en la Cava Baja madrileña. Para tan distinguido acontecimiento se ha descubierto “un busto en bronce” del Premio Nobel de la Literatura, el peruano Mario Vargas Llosa, creación del artista y maestro de la escultura el abulense Santiago de Santiago, que dará sentido y significado, presidiendo desde hoy esta gran obra la ya famosa “Mesa de Vargas Llosa”.
El que fuera alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, el presidente del Centro Médico Gran Vía, Amando Veiga, la esposa y amigos de confianza del Premio Nobel de Literatura llegados desde Lima, junto al propio escritor, escultor y anfitrión, el restaurador Lucio, han participado en la celebración de este acontecimiento y entrega.
Todos, o casi todos, conocemos a Lucio -afamado mesonero, como a él le gusta denominarse- que regenta en compañía de sus hijos esta magnífica casa de comidas, originariamente, el centenario Mesón El Segoviano, al que rebautizó allá por el año 1974, dándole su proprio nombre: “Casa Lucio”.
Por consiguiente, el próximo año cumplirá ocho lustros. Y desde entonces, ¿cuántos famosos habrán respirado entre sus paredes? Incontables ciertamente. Desde artistas, muchos de ellos llegados más allá de los confines, hasta políticos internacionales y nacionales, toreros de renombre y deportistas de postín. Todo un conglomerado de personajes con actividades diversas y un único fin común: “Disfrutar y degustar la buena y variada gastronomía española”.
Los tres artistas: restaurador, cincel y pluma
¿Dónde está la virtud? En el buen yantar, ciertamente respondería nuestro simpático personaje cervantino Don Sancho. Y obviamente, unos huevos fritos con patatas, su plato favorito.
Pues bien Lucio Blázquez, el más famoso mesonero, un buen día subió a los altares este sencillo, económico y apetitoso plato culinario denominándolo “huevos estrellados”.
Pronto, sus “huevos estrellados” dieron la vuelta al mundo, consiguiendo la fama y el estrellato; actualmente, se valoraría con muchas estrellas Michelín.
El acto terminó posando Vargas Llosa, como no podía ser de otra manera, con el artista Santiago de Santiago que dio nombre y figura a este nuevo busto.
No hay comentarios :
Publicar un comentario