¡Olé la gente torera!! ¡¡Qué grande eres Enrique Ponce!!
El niño de la Capea, capeando con su gran familia
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Excepcional corrida de toros
la celebrada ayer en la localidad de Tomelloso (C. Real)
TEXTO Y FOTOGRAFÍAS: © DOLORES DE LARA
Con una temperatura agradable después de la calina que hemos tenido que soportar estos días pasados, el numeroso y animoso público que abarrotaba la corona circular de esta plaza pudo disfrutar de una hermosa tarde de toros.
Tres intervenciones por partida doble de altos vuelos las protagonizadas por el maestro de Chiva, Enrique Ponce, el madrileño César Jiménez y el caballero rejoneador Diego Ventura. Y como colofón un excelente ganado que contribuyó al éxito y que se anunció en cartelera bajo la denominación: Carmen Lorenzo, San Mateo y San Pelayo, hierros propiedad de Pedro Gutiérrez Moya “El niño de la Capea”.
Estos festejos mixtos en donde conviven rejoneadores y toreros van ganando adeptos entre los aficionados. Y en verdad, en la variedad está el buen gusto.
Con unos minutos de retraso sobre el horario previsto (las siete de la tarde), dio comienzo el paseíllo. Previamente, una engalanada calesa, movida por una pareja de ataviados y garbosos equinos, se pavoneó, dando varias vueltas al redondel y en donde bellas señoritas –la reina y damas de las fiestas de este año– descendieron lentamente para posteriormente ocupar sus asientos en lugar preferencial.
El primero en entrar en escena fue Diego Ventura, uno de los mejores rejoneadores del momento, que dejó muestras de su enorme técnica y con una cuadra de bellos y adiestrados corceles que hizo las delicias de mayores y niños. Tuvieron variedad sus faenas, y disfrutamos con las maniobras y difíciles quiebros a los que sometió a sus cabalgaduras. Una gozada.
Una gozada y éxtasis fue el que vivimos con el catedrático del toreo, el maestro Enrique Ponce. Un torero elegante donde los haya, que dejó –como los grandes pintores— pinceladas de su exquisito arte. Así, el punto álgido lo consiguió con el quinto toro de la tarde, de cuyo nombre si quiero acordarme: Valenciano. Un bonito y presentable ejemplar, el de más peso, al que esperó y recibió por verónicas. Tras el reglamentario y ajustado trámite de varas, banderillas… y al toro tras brindar al público. Muletazos a media altura. Por la izquierda, por la derecha. Un estudioso de los movimientos que hace bueno al peor toro (no fue este el caso).
Qué manera de moverse, con señorío, pausadamente, acompasando la franela al cuerpo. Midiendo los tiempos, sin prisas. Arriesgando lo justo, sin aspavientos. Maestro entre los maestros. Lo dicho, un catedrático en su oficio. Y al final, lo previsible, el delirio; gente enloquecida por lo que estaba viendo y que no paró de pedir insistentemente el indulto del animal, indulto que tardó en llegar pues La Presidencia, remolona en principio, sólo ofrecía como recompensa darle la vuelta al ruedo al animal. Tras un breve pero intenso intercambió de pareceres entre torero y Presidencia, y a la vista de la insistencia –y ya casi con el encolerizamiento— del extasiado público, se concedió, como no podía ser de otra manera, el indulto del bravo y noble toro del hierro del otrora famoso torero “Niño de la Capea” que, a requerimiento del maestro Ponce, saltó como un meteorito para dar la vuelta al albero en loor de multitudes.
Las faenas de César Jiménez, excelente torero y también osado empresario (porque hay que ser valiente y osado empresario con los tiempos que corren) estuvieron impregnadas por el buen gusto. Lances con el capote de mucho mérito, alcanzando con las verónicas su esplendor. Chicuelinas y remates trazados con elegancia. Torero valeroso no exento de buena técnica. Con el acero estuvo acertado en todo momento. Muy aplaudido.
Puerta grande para tres fuera de serie:
Enrique Ponce, César Jiménez y el rejoneador, Diego Ventura
Todos cortaron orejas. Puerta Grande merecida para toreros, rejoneador y ganadero. Buen reclamo para el año que viene a la espera de otra tarde tan gloriosa e inolvidable como la vivida en el día de ayer en Tomelloso.
FLASHES TAURINOS
Vivimos bellos momentos en ByN
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Tomelloso, una joya por fuera y por dentro
Bonita puerta grande.
Abajo, podemos ver, al alcalde de la localidad con concejales y esposas
Terminamos en el Museo Taurino de Tomelloso
con la Reina de las Fiestas
como colofón de una corrida que hará historia
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