Por: Rafael Dupouy Gómez
Alternativa del “Diamante Negro” en Granada (España), el 29 de Septiembre de 1948. Padrino: Paco Muñoz, Testigo: Manolo González. Foto: Martín Santos Yubero. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
El 29 de septiembre de 2013, se cumplen 65 años de esa histórica fecha que llena de orgullo a la fiesta brava venezolana. Por tal motivo, dedico este artículo con especial afecto al gran ídolo de nuestra torería, amigo gentil y excelente persona que bien merece este cariñoso recuerdo a sus 86 años de edad, en compañía de su inseparable esposa Mary Garrido de Sánchez y sus hijos.
El “Diamante Negro” recibió la alternativa como matador de toros, el 29 de septiembre de 1948, en Granada (España) de manos de Paquito Muñoz, actuando como testigo Manolo González. El toro de su alternativa se llamó “Estornino”, de la ganadería de Félix Moreno Ardanuy. Ese día, el diestro venezolano vistió un precioso traje de luces blanco y oro. Al toro de su doctorado que abrió plaza, le realizó una estupenda faena de muleta que culminó con una estocada hasta los gavilanes que fue premiada con una oreja, siendo fuertemente ovacionado. Al último toro de la corrida el “Diamante Negro”, lo despachó de una estocada casi entera, media y varios intentos de descabello. Su padrino de alternativa Paquito Muñoz, estuvo valeroso y decidido pero no logró el éxito deseado artísticamente en ninguno de sus enemigos. Manolo González, a su primer toro, lo lidió magistralmente demostrando todo su arte, gracia y torería, cortándole las dos orejas y el rabo. En el segundo que le tocó en suerte, escuchó una gran ovación dando la vuelta al ruedo.
Siempre me contaba mi abuelo Florencio Gómez Núñez, que en la historia taurina venezolana, habían existido dos auténticos ídolos y estos fueron, indiscutiblemente, Eleazar Sananes “Rubito” y Luis Sánchez Olivares, “Diamante Negro”. Pocos toreros gozaron del ambiente, la expectación, el cariño y la admiración de su pueblo como ellos.
Luis Sánchez Olivares, “Diamante Negro”, nació en Ocumare del Tuy, Estado Miranda (Venezuela), el 22 de febrero de 1927. En el año 1945, empezó trabajando en un matadero en Ocumare del Tuy y posteriormente, se inició como repartidor en una bodega ubicada en la esquina caraqueña de “El Pájaro”. Su afición por los toros le vino por la admiración que sentía por la gran figura del toreo Antonio Bienvenida. El “Diamante Negro” contaba que para poder verlo torear, se escondía muchas veces dentro de los cajones donde enviaban a los toros para las corridas. Años más tarde, el mismo Antonio Bienvenida se convirtió en su padrino de confirmación de alternativa. Su amistad con Antonio fue tan grande que, posteriormente, le apadrinó un hijo al “Diamante Negro” de nombre Luis Alfredo Sánchez Garrido.
El diestro venezolano inició su aprendizaje en la Plaza-Escuela “La Morena del Prado”, construida por un grupo de aficionados. En esa Plaza se formaron también Alí Gómez y Rafael Cavalieri, siendo su director de lidia Marcos Vélez. El 19 de abril de 1945, debutó en el Circo Metropolitano de Caracas, justo antes de ser demolido. “Diamante Negro”, cortó una oreja esa tarde y fue el torero que mató al último toro que se lidió en esa histórica plaza, inaugurada el 2 de febrero de 1896, por los toreros españoles Manuel Hermosilla y Francisco Jiménez “Rebujina”.
El 20 de mayo de 1945, “Diamante Negro” se presentó en el Nuevo Circo de Caracas, lidiando novillos de la ganadería “Banco Largo”, alternando con Samuel Rivero “El Chico del Matadero” y Alí Gómez. Los tres novilleros fueron muy aplaudidos. Repitió el 31 de mayo de ese año, junto a “El Chico del Matadero” y cortó una oreja. El 10 de julio de 1945, triunfó nuevamente, aunque recibió un fuerte varetazo, teniendo que ir a la enfermería.
Viajó a Colombia y Ecuador, donde tuvo mucho éxito. Recibió una cornada en el muslo, toreando con la muleta en Guayaquil (Ecuador), pero continuó su faena con la taleguilla rota y sangrando, culminándola con una gran estocada que le valieron las dos orejas. En sus viajes a esos países, cortó un total de veinte orejas y cuatro rabos.
El 16 de junio de 1946, reapareció el “Diamante Negro” en el Nuevo Circo de Caracas, luego de su exitosa gira por Colombia y Ecuador. Alternó con Pepe Chalmeta y Rutilio Morales.
NOVILLERO PUNTERO EN ESPAÑA
El 6 de febrero de 1947, se embarcó para España. Debutó en la ciudad de Logroño (La Rioja) el 11 de junio de 1947, lidiando una novillada con ganado de Cruz, para los novilleros “Fauró”, “Moreno de Manjirón” y “Diamante Negro”. El venezolano “Diamante Negro” fue el triunfador de la tarde, siendo ovacionado en su primero novillo; cortándole a su segundo, las dos orejas.
El 5 de octubre de 1947, en la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, fue el debut de “Diamante Negro” en ese importante coso. Participó con el rejoneador Ángel Peralta, y los novilleros Manolo González y Manuel Campillo “Maravilla”. Manolo González, cortó dos orejas a su primer novillo y fue aplaudido en su segundo. “Maravilla” estuvo entregado. “Diamante Negro” estuvo muy valiente y dio una vuelta al ruedo en su primero; siendo aplaudido en su segundo. Se lidiaron un novillo de las señoritas Jordán de Urríes para el rejoneador Peralta y seis novillos de Villamarta.
El 12 de octubre de 1947, en la Plaza de Toros de Granada, “Diamante Negro” obtuvo un apoteósico triunfo en sus dos novillos, pertenecientes a la ganadería de Félix Moreno Ardanuy y cortó tres orejas y un rabo, saliendo a hombros de la plaza.
El 19 de octubre de 1947, en la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, se lidiaron novillos de Chica, para “Larita”, Luis Sánchez “Diamante Negro” y Rafael Ortega. “Diamante Negro”, estuvo muy artista y cortó una oreja a su primero, y las dos orejas a su segundo. Recibió del público un ramo de flores y lo sacaron a hombros de la plaza.
Luego, vendrían otras tardes exitosas como la del 4 de abril de 1948, en la Plaza Monumental de Valencia (España), cortando una oreja compartiendo cartel con Pablo Lalanda y Juanito Bienvenida. Igualmente, el 6 de mayo de 1948, en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona (España). El “Diamante Negro” tuvo mucho éxito ante sus enemigos con petición de oreja, actuando con “Jandilla” y Rafael “Lagartijo” (sobrino de “Manolete”). En Osuna, el 14 de mayo de 1948, el “Diamante Negro”, fue ovacionado en su primero novillo, dando una vuelta al ruedo con petición de oreja. A su segundo, lo trasteó con valentía, siéndole otorgada una oreja, recibiendo una gran ovación. Compartió cartel con Manolo González y Pablito Lalanda.
El 28 de mayo de 1948, en la Plaza de Toros de Granada (España), se lidiaron novillos de don José de la Cova, para Manolo Dos Santos, Luis Sánchez “Diamante Negro” y “Frasquito”. Dos Santos en su primero, cortó dos orejas y escuchó palmas en su segundo. “Diamante Negro” estuvo soberbio en su primero y cortó dos orejas y rabo, dando dos vueltas al ruedo con saludo; en su segundo, escuchó palmas. El público sacó a hombros de la plaza a los diestros Dos Santos y “Diamante Negro”.
El 3 de junio de 1948, en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona (España), se lidiaron novillos de don Marceliano Rodríguez, para los novilleros Rafael Yagüe, Luis Sánchez “Diamante Negro” y Julio Aparicio. “Diamante Negro” fue ovacionado en sus dos novillos a los que les cortó, una oreja a cada uno. Aparicio cortó una oreja a su primero, y recibió una gran ovación en su segundo.
El 6 de junio de 1948, se celebró en la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, una novillada donde se lidiaron reses de don Félix Gómez, para el diestro peruano Miguel López “Trujillano”, el venezolano Luis Sánchez “Diamante Negro” y Paquito Bru. “Diamante Negro”, recibió una ovación en su primero y cortó una oreja de su segundo. Paquito Bru, cortó una oreja.
El 20 de junio de 1948, en la Plaza de Toros Monumental de Valencia (España), se lidiaron novillos de doña Julia Cossío, para Catale, Luis Sánchez “Diamante Negro” y Julio Aparicio. Catale cortó una oreja. “Diamante Negro” realizó una gran faena al quinto novillo de la tarde, y cortó una oreja. Julio Aparicio en su primer novillo, toreando con la muleta fue cogido, teniendo que ir a la enfermería de la plaza.
El 26 de junio de 1948, en la Plaza de Toros de Badajoz, se llevó a cabo la denominada “Mejor Novillada del Año”, actuaron la rejoneadora Conchita Cintrón y los novilleros Pablo Lalanda, Luis Sánchez Olivares “Diamante Negro” y Rafaelito “Lagartijo”. La prensa señaló en el mes de junio de 1948 como los novilleros más destacados a Julio Aparicio, Moreno Reina, Juanito Bienvenida, el venezolano “Diamante Negro” y el portugués Manolo Dos Santos.
El 22 de julio de 1948, en la Plaza de Toros Monumental de Las Ventas de Madrid, se lidiaron novillos del vizconde de Garci-Grande, para Luis Sánchez “Diamante Negro”, Alejandro García y Pepe Ripoll “Cagancho” (hijo). García recibió una fuerte cornada del segundo novillo de la tarde, al torearle con el capote, por lo que quedó la novillada en un mano a mano entre “Cagancho” (hijo) y “Diamante Negro”. El venezolano, pudo dominar la peligrosa embestida del tercero de la tarde, matándolo de media estocada, siendo muy ovacionado. Al quinto novillo, lo toreó muy bien con el capote. Brindó su faena a “Parrita” y se le vio con buena clase en una tanda de derechazos, siendo muy aplaudido. Entró por derecho y colocó una gran estocada, liquidando a su enemigo sin puntilla. El venezolano escuchó una gran ovación con petición de oreja y dio una vuelta al ruedo. Su presentación dejó buen ambiente en Madrid. Fue su debut en esa prestigiosa plaza.
El 1 de agosto de 1948, en la Plaza de Toros Monumental de Las Ventas de Madrid, se lidiaron seis novillos de Molero para Moreno Reina, “Diamante Negro” y el peruano “Trujillano”. “Diamante Negro” se mostró hábil y valeroso ante sus novillos, siendo ovacionado en su último, teniendo que salir a saludar en los medios.
El 18 de agosto de 1948, en Ciudad Real, se lidiaron novillos de Silverio Fernández (antes de Marcial Lalanda), para Juanito Tarré, Luis Sánchez “Diamante Negro” y “Lagartijo”. El venezolano toreó muy bien con el capote a sus dos enemigos, siendo muy aplaudido. A su primero, le realizó una buena faena que culminó con media estocada. Recibió una gran ovación y cortó una oreja. A su segundo, le volvió a realizar una faena valiente que terminó con estocada entera y tres descabellos. Se le concedió una oreja que el diestro venezolano rechazó.
El 1 de septiembre de 1948, en Calahorra, “Diamante Negro” cortó dos orejas y rabo actuando con Moreno Reina y Pepe Alaiza. El 8 de septiembre de 1948, en Barbastro, el “Diamante Negro” toreó muy bien a su primer novillo, dando una vuelta al ruedo. A su segundo novillo, le ejecutó una gran faena que culminó con estocada sin puntilla, cortando las dos orejas y rabo, recibiendo una fuerte ovación. Compartió cartel con los novilleros Juanito Bienvenida y Antonio Bamala. El 14 de septiembre de 1948, en la feria de Albacete, se lidiaron un novillo de Soto de la Fuente para el rejoneador Pepe Anastasio y seis novillos de Hernández para los novilleros “Diamante Negro”, Pablito Lalanda y Torrecilla. “Diamante Negro” recibió una gran ovación en su primero, y cortó las dos orejas a su segundo.
El 19 de septiembre de 1948, en la Plaza de Toros Monumental de Las Ventas de Madrid, se lidiaron cinco novillos de los sobrinos de doña Juliana Calvo (antes Albaserrada) y uno de don Humberto Sánchez, para “Diamante Negro”, Paco Honrubia y Manuel Carmona. “Diamante Negro” realizó a sus dos enemigos valerosas faenas. Sus lances con el capote gustaron mucho a los espectadores. A su primer novillo, le realizó una gran faena con la muleta, estando muy cerca de los pitones, corriéndole la mano en series de naturales, pases en redondo y de pecho, dando una lección de torero moderno. Fue una faena fuertemente ovacionada. Escuchó un aviso por tardar el toro en morir después del descabello. A su segundo, un toro manso, lo obligó a embestir, dándole unos imponentes pases en redondo y matando de una gran estocada. La prensa opinó que estaba muy capacitado para pasar a la categoría de matador de toros.
Ese año terminó “Diamante Negro”, encabezando el escalafón de novilleros, con 42 actuaciones, cortando 25 orejas y 4 rabos.
Como se señaló en el inicio de este artículo, el 29 de septiembre de 1948, en la Plaza de Toros de Granada (España), Luis Sánchez “Diamante Negro” tomó la alternativa de manos de Paquito Muñoz que actuó como padrino de la ceremonia y Manolo González como testigo.
Un desborde de entusiasmo generó el arribo del “Diamante Negro” a Venezuela, después de su campaña en España. Las caravanas de vehículos lo trasladaron desde Maiquetía hasta Caracas. El pasodoble “Diamante Negro”, interpretado por el tenor venezolano Alfredo Sadel se escuchaba y popularizaba ese año. El 28 de noviembre de 1948, fue su debut en Venezuela como matador de toros. La corrida se celebró en el Nuevo Circo de Caracas, lidiando toros de la ganadería colombiana de “Vistahermosa”, toreando un mano a mano con Raúl Acha “Rovira”. “Diamante Negro” toreó muy bien a su primer toro, recibiendo una oreja que fue protestada por parte del público asistente. A su segundo toro, le realizó una faena superior a la anterior pero entrando a matar recibió una cornada, siendo premiado con dos orejas. Su compañero “Rovira”, cortó dos orejas a su segundo toro, teniendo que matar cuatro toros por el percance del “Diamante Negro”.
El “Diamante Negro” en Las Ventas de Madrid. (Foto: Ortiz) y con su gran amigo Florencio Gómez Núñez en el Patio de Caballos de la Maestranza de Maracay. Año 1993. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
El apoderado del “Diamante Negro” durante muchos años fue Cástulo Martín, un excelente banderillero nacido en Bilbao (España) que había participado en 1934 como subalterno en la Feria de Maracay organizada por los hermanos Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez. Cástulo Martín perteneció a las cuadrillas de Nicanor Villalta, Valencia II, Domingo Ortega y Martín Agüero, entre otros. Manejaba muy bien el capote y bregaba con eficiencia, destacándose como uno de los mejores subalternos de su época.
El “Diamante Negro” después de su debut como matador de toros les escribió una bonita dedicatoria a los hermanos Gómez Núñez:
“A Don Juan Vicente y a Don Florencio Gómez que tanto han ayudado con su desmedida afición a que triunfase en mi Patria la Fiesta Nacional, que ahora, con mi presentación como matador de toros me ha hecho conseguir en parte mis sueños dorados”.
(Luis Sánchez “Diamante Negro”. Caracas 15/12/1948).
El 2 de enero de 1949, Luis Sánchez “Diamante Negro” confirmó su alternativa en la Plaza de Toros Monumental México. Su padrino de confirmación fue Alfonso Ramírez “El Calesero” y como testigo estuvo Luis Procuna. El toro de su confirmación en México se llamó “Muñeco”, de “Pastejé”.
El 27 de marzo de 1949, se presentó en el Nuevo Circo de Caracas, el mano a mano del venezolano Luis Sánchez “Diamante Negro y el mexicano Luis Procuna, lidiando toros de “Guayabita”. Fue una gran tarde, ya que los diestros cortaron tres orejas y un rabo cada uno.
El 3 de abril de 1949, en la Plaza de Toros Maestranza de Maracay, se encerró en solitario el “Diamante Negro” para estoquear cuatro toros de “Guayabita”. Tuvo una tarde triunfal y cortó tres orejas y dos rabos, saliendo a hombros de la plaza.
El 31 de agosto de 1949, en Requena (España), se lidiaron seis toros de don Alipio Pérez Tabernero, para “Parrita”, Antonio Caro y Luis Sánchez “Diamante Negro”. El venezolano, a su primero, le realizó una faena muy variada y artística. Mató al toro de media estocada, cortando las dos orejas y el rabo. A su segundo, le ejecutó una gran faena, cortando, nuevamente, las dos orejas y el rabo. Fue el triunfador esa tarde.
Mi abuelo Florencio Gómez Núñez, me contaba sobre el ídolo venezolano, lo siguiente: “El “Diamante Negro”, fue un torero con una gran personalidad que se hizo querer por su público. Garbosa y solemne era su característica forma de realizar el paseíllo. Todos se maravillaban del arte que le imprimía a sus faenas y del buen sentido de su toreo. Con el capote era formidable, sus lances con las manos muy bajas y pegadas a los costados con los pies juntos, levantaban al público de sus asientos. Fue un torero de arte e inspiración, además de haber sido un certero estoqueador. Aquel ambiente que dejó el “Diamante Negro” fue algo inolvidable. Antes, la gente no decía: ¡vamos a los toros!, sino ¡vamos a ver al “Diamante Negro”! Era, indiscutiblemente, un caso especial de desbordada admiración y auténtica idolatría. Su presencia por las calles, arremolinaba a la gente que se agolpaba para verlo. Se generaban las discusiones propias de la fiesta en las tertulias y reuniones de aficionados que hablaban siempre del “Diamante Negro”.
La simpática y cariñosa esposa del “Diamante Negro”, Mary Garrido de Sánchez, me contó con lágrimas de emoción, un bonito recuerdo que tuvo cuando vino de España a Venezuela por primera vez, después de su matrimonio. Sucedió, que al bajar de la escalerilla del avión, los esperaba mi abuelo Florencio Gómez Núñez en tierra venezolana, entregándole a ella un ramo de flores de bienvenida en el Aeropuerto de Maiquetía. Ese hermoso detalle lo tiene siempre presente y guarda con especial cariño en su corazón.
La categoría de ídolo nacional del “Diamante Negro”, seguía en ascenso, por su entrega y sus faenas valientes y toreras. Por tal motivo, mi abuelo Florencio Gómez Núñez, como empresario taurino, lo contrató para la temporada en el Nuevo Circo de Caracas. El “Diamante Negro” actuó dos tardes, la primera, el 4 de diciembre de 1949 y la segunda, el 11 de diciembre de 1949. En la primera corrida, el “Diamante Negro” alternó con los diestros Antonio Bienvenida y Luis Miguel Dominguín con reses de la ganadería colombiana de “Mondoñedo”. El público caraqueño a pesar de la molestosa llovizna que caía, llenó la plaza de toros capitalina.
El diestro venezolano apenas tenía un año de alternativa, pero se enfrentó a esas figuras con verdadera disposición de no dejarse ganar la pelea, demostrando ser un torero de gran personalidad, muy artista y valiente. En su primer toro estuvo enorme. Con el capote, consiguió una serie de verónicas de su propio sello. Con los brazos desmayados y muy quieto, rematando con la media. Su faena de muleta fue redonda, obligando al toro con mucha inteligencia, consiguiendo tandas de derechazos, afarolados, manoletinas y un molinete de rodillas muy cerca de los pitones del toro. La música no se hizo esperar y en los medios ejecutó un toreo hondo, con mucho arte e inspiración. Se perfiló para entrar a matar y logró una estocada casi entera, que hizo rodar al toro. El público estaba enloquecido con nuestro “Diamante Negro” y ante la insistencia de solicitud de trofeos por su extraordinaria faena, le concedieron las dos orejas y el rabo. En su segundo toro el “Diamante Negro”, volvió a realizar una gran faena que bien le hubieran valido las dos orejas, pero falló con la espada y se perdieron las esperanzas. Su público lo sacó en hombros como bien lo merecía por su valor y entrega. Fue una gran tarde de toros para nuestro ídolo criollo.
Luis Miguel Dominguín, realizó una excelente faena a su segundo toro y logró cortar dos orejas, siendo muy ovacionado. Antonio Bienvenida, deleitó en sus quites con el capote, brindándole, el toro que abrió plaza, a mi abuelo Florencio Gómez Núñez, en un gesto de verdadera amistad. Lamentablemente, los toros que le tocaron en suerte no le permitieron un mayor lucimiento con la muleta. Al terminar la corrida, los comentarios fueron muy halagadores para la empresa, pero lo presenciado en la próxima corrida, marcaría un hito en la historia del Nuevo Circo de Caracas.
APOTEÓSICA TARDE EN EL NUEVO CIRCO DE CARACAS
Aquella tarde, el 11 de Diciembre de 1949, en el Nuevo Circo de Caracas, fue inolvidable para los tres matadores que tomaron parte en esa memorable corrida. Mi abuelo Florencio Gómez Núñez fue el empresario, pero quien aparecía públicamente era su compadre José Luis de Benito, al que encargó de toda la organización. Mi abuelo, contrató al matador de toros mexicano, Antonio Velázquez, a la gran figura española Luis Miguel Dominguín y al ídolo venezolano Luis Sánchez Olivares, “Diamante Negro”, lidiando seis toros de la ganadería colombiana de “Vistahermosa”.
La tarde amenazaba con lluvia, pero a pesar del mal tiempo, los aficionados abarrotaron la plaza como adivinando que iban a presenciar algo grande. El público entusiasmado no cesó de aplaudir toda la tarde las faenas realizadas por los matadores que cortaron 10 orejas y 2 rabos, dando 12 vueltas al ruedo y saliendo a hombros los tres diestros por la puerta grande. El mexicano Antonio Velázquez, cortó cuatro orejas y un rabo; Luis Miguel Dominguín, dos orejas; y el venezolano “Diamante Negro”, cortó cuatro orejas y un rabo. El diario “Ultimas Noticias” de Caracas, el 12 de diciembre de 1949, publicó lo siguiente: “Más de cinco mil personas formaban el cortejo que llevaba en sus hombros a los tres valientes diestros que ayer actuaron en el Nuevo Circo de Caracas. Enardecidos por la memorable tarde de toros que Antonio Velázquez, Luis Miguel Dominguín y Luis Sánchez “Diamante Negro” dieron. Los aficionados los pasearon en hombros por las calles de la ciudad”. “El Heraldo” reseñó: “Luis Miguel se impuso con su ciencia y su sabiduría profunda, Velázquez con su dramática serenidad y aguante portentoso y “Diamante Negro” con su valor y su clase extraordinaria”.
La gente estaba desbordada de emoción por el triunfo de los tres matadores y de las faenas que habían presenciado y disfrutado aquella memorable tarde. Siempre se ha recordado esta corrida de toros, tanto por la crítica taurina como por la afición, como una de las más completas, mejores e inolvidables celebrada en toda la historia del Nuevo Circo de Caracas. Hasta un pasodoble titulado “Domingo Once” fue compuesto e interpretado por el tenor venezolano Alfredo Sadel como un homenaje a tan extraordinaria corrida.
EL “DIAMANTE NEGRO” ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE
El 19 de febrero de 1950, domingo de Carnaval, el “Diamante Negro” fue herido de gravedad cuando se dirigía por las calles del Nuevo Circo de Caracas, donde aparentemente tuvo una fuerte discusión con un grupo de personas que estaban en la puerta de la Mezquita viendo los disfraces de Carnaval. Este grupo de personas se empezó a meter con él, gritándole cosas desagradables e insultándolo. La policía, trató de disolver al grupo y finalmente, detuvo a un empleado del Nuevo Circo. El individuo, desobedeciendo las órdenes de arresto, se abalanzó sobre el “Diamante Negro” y le propinó una puñalada en el pecho, dejándolo tendido en el suelo gravemente herido. Luego del fatal incidente, fue llevado de urgencia al Puesto de Socorro de Salas en un automóvil de alquiler. El “Diamante Negro” estaba muy grave. La herida penetró por la sexta intercostal, interesándole el pulmón derecho. Su mozo de espada Pedriles no se separó del lecho donde se encontraba el matador. El diestro mexicano Carlos Arruza expresó que después de la muerte de Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”, la noticia de la agresión al “Diamante Negro” fue la que más hondamente le afectó.
Toda Venezuela vivió pendiente de la vida de Luis Sánchez, “Diamante Negro”, muchos lloraban, otros, rezaban llenando los templos, encendiendo velas y pidiendo un milagro a Dios para que le salvara la vida. La gente copó todos los alrededores del Puesto de Socorro donde estaba hospitalizado y no se podía pasar en automóvil. Los boletines que se emitían por radio, cada media hora, informaban de su estado de salud. Mi abuelo Florencio Gómez Núñez, personalmente se dirigió al Puesto de Socorro para visitar al “Diamante Negro” con quien siempre le unió una gran amistad. Como se encontraba bastante custodiado, no lo dejaban pasar, pero su esposa Mary, al reconocerlo de inmediato ordenó que lo dejaran entrar, diciendo: “¡Déjenlo entrar que es el hijo de mi General Gómez!”. Así logró verlo en su habitación y le colocó, debajo de su almohada, una estampa de la Virgen de Nuestra Señora de Coromoto que, muy especialmente, le entregó mi madre Rosa Elena Gómez Arráiz, gran admiradora del “Diamante Negro”, para que lo protegiera. Un grupo de soldados del cuartel La Planta fue enviado por el Ministerio de la Defensa para donar sangre al “Diamante Negro”. Gracias a Dios, al personal médico que lo atendió y al desbordado cariño manifestado por su pueblo, pudo salvar, milagrosamente, su vida para seguir continuando su gran carrera taurina.
El día 27 de febrero de 1950, fue entrevistado el “Diamante Negro” por un corresponsal de la United Press, y el torero expresó: “Dios permitirá que me salve y si pronto me recupero, puede asegurar que mi mayor ilusión será poder confirmar mi alternativa en la plaza de Madrid, ya que este punto es tan esencial en mi carrera taurina que acaba de confirmármelo mi apoderado por cable desde España. También quiero expresar mi profundo agradecimiento hacia tantísimas personas que desde todas partes se interesan por mi salud”.
El 11 de junio de 1950, se llevó a cabo en Salamanca, un Festival a beneficio del Asilo de las Hermanitas de los Pobres, se lidiaron novillos de distintas ganaderías. Actuó a caballo, don Alipio Pérez Tabernero, que estuvo muy bien y cortó las dos orejas y rabo. En la lidia ordinaria, “Cagancho” dio una vuelta al ruedo; “Gitanillo de Triana” cortó dos orejas; “Gallito” fue aplaudido; Albaicín cortó una oreja; “Parrita” pitos y aplausos; y, “Diamante Negro” cortó una oreja. Todos los diestros dieron la vuelta al ruedo y don Alipio fue sacado a hombros de la plaza.
El 18 de junio de 1950, en la Plaza de Toros Monumental de Las Ventas de Madrid, se lidiaron toros de Manuel Arranz, para los diestros Antonio Bienvenida, Pepín Martín Vázquez y Luis Sánchez “Diamante Negro”, que confirmó su alternativa. Bienvenida hizo una faena dominadora a su primero, recibiendo los aplausos de la concurrencia; en su segundo recibió una ovación. Martín Vázquez escuchó palmas en su primero; y ovación con saludo en su segundo. “Diamante Negro” estuvo valiente en sus dos toros, a su primero, de nombre “Mellado”, lo mató de dos pinchazos y estocada; a su segundo, de estocada delantera y descabello, escuchando aplausos en ambos.
El 18 de julio de 1950, en la Plaza de Toros de Manzanares (España), se llevó a cabo un Festival benéfico, se lidiaron novillos de Emilio Arroyo, en donde participaron los diestros Domingo Ortega, Rafael Ortega “Gallito”, Antonio Bienvenida, Luis Sánchez “Diamante Negro” y el peruano Gregorio Maroto. Ortega cortó dos orejas. “Gallito” cortó una oreja. Bienvenida cortó dos orejas. “Diamante Negro” cortó dos orejas y rabo, siendo el triunfador esa tarde. Maroto, cortó una oreja.
El 19 de noviembre de 1950, en la Plaza de Toros Monumental de Valencia (España), se llevó a cabo un Festival Taurino, lidiándose novillos de Victoriano de la Serna, para los toreros Domingo Ortega, Victoriano de la Serna, Rafael Ponce “Rafaelillo”, Antonio Bienvenida, “Boni” y “Diamante Negro”. Todos los matadores fueron ovacionados, escuchando música en sus respectivas faenas, dando la vuelta al ruedo. En el quinto novillo, por petición del público, salió al ruedo Vicente Barrera, que se encontraba en el callejón, y ejecutó unas magníficas verónicas, siendo muy ovacionado. Antes de iniciarse el festejo se recogió arena del ruedo para ser trasladada a México y unirla a la sepultura del insigne pintor valenciano Ruano Llopis.
El 4 de marzo de 1951, en la Plaza de Toros Maestranza de Maracay (Venezuela), se lidiaron reses colombianas de Venecia (doña Clara Sierra), para los diestros Luis Sánchez Olivares “Diamante Negro”, Julio Aparicio y Miguel Báez “Litri”. “Diamante Negro” triunfó clamorosamente en su primer toro, siendo ovacionado con el capote. Realizó una faena muy completa, destacando sus series de naturales. Culminó con una gran estocada y le premiaron con dos orejas. Aparicio y “Litri” también cortaron dos orejas a sus primeros toros.
El 28 de octubre de 1951, se celebró un festival taurino en la pintoresca plaza de Colmenar de Oreja, actuaron los diestros Domingo Ortega, Pepe Bienvenida, Antonio Caro, Luis Sánchez “Diamante Negro” y Juanito Bienvenida. La tarde fue muy lucida. Todos cortaron orejas y recibieron ovaciones.
Una memorable tarde del “Diamante Negro” fue la del domingo, 22 de marzo de 1953. Se lidiaron toros de “Guayabita” para los diestros: “Diamante Negro”, Enrique Vera y César Girón. El “Diamante Negro”, realizó una faena grande, inolvidable, de esas que permanecen en el recuerdo de los aficionados. Su público lo ovacionó como nunca en Maracay al cortarle las dos orejas al toro “Tuyero” de “Guayabita”. La gente pidió, insistentemente, que le otorgaran también el rabo, pero la Presidencia lo negó, siendo fuertemente abroncada. Por su extraordinaria faena, le concedieron al “Diamante Negro” una placa que se encuentra colocada en la Maestranza de Maracay como recuerdo de aquella apoteósica tarde. César Girón también estuvo muy bien en esa corrida, cortando las dos orejas de su primero y las dos orejas de su segundo toro, que fueron rechazadas por él, ante las protestas del público que las consideró excesivas.
El 7 de febrero de 1954, se celebró la segunda corrida de la Feria de Maracay, torearon los diestros “Diamante Negro”, Luis Procuna y César Girón. Los venezolanos “Diamante Negro” y César Girón triunfaron cortando orejas, saliendo a hombros de la plaza. Se lidiaron toros de la ganadería venezolana de “Guayabita”. El diestro mexicano Luis Procuna fue aplaudido en sus dos toros.
El 5 de diciembre de 1954, en la Plaza de Toros Maestranza de Maracay, actuaron los diestros Luis Sánchez “Diamante Negro”, César Girón y Carlos Corpas. “Diamante Negro” a su primer toro, lo toreó magistralmente con el capote y la muleta, matando de gran estocada, cortó dos orejas; a su segundo, le cortó una oreja. Girón a su segundo le cortó las dos orejas y rabo. Corpas, cumplió. Los tres diestros salieron a hombros de la plaza.
Gracias a la gran amistad del “Diamante Negro” con la Casa Bienvenida, logró que el “Papa Negro” se interesara en ayudar la carrera del venezolano César Faraco. Don Manuel Mejías, siendo su apoderado, llegó a firmarle una exclusiva de 20 novilladas y su alternativa en España. Antonio Bienvenida, fue el Padrino de Alternativa de César Faraco, el 13 de mayo de 1955 en la Monumental de Las Ventas de Madrid durante la Feria de San Isidro, ante toros de Prieto de la Cal y Carlos Núñez. El “Diamante Negro” se portó muy bien con su compatriota y observó la corrida desde el callejón, en compañía del “Papa Negro”. Con el paso de los años, creció una entrañable amistad entre el “Diamante Negro” y César Faraco, correspondiéndole al “Diamante Negro”, cortarle la coleta en la corrida de la despedida de Faraco, el 9 de julio de 1978.
El 18 de septiembre de 1955, en la Plaza de Toros del Nuevo Circo de Caracas, se celebró un mano a mano entre el mexicano Luis Procuna y el venezolano Luis Sánchez “Diamante Negro”, lidiando reses mexicanas de “Piedras Negras” y de “El Rocío”. La corrida estuvo del agrado del público a pesar de la fuerte lluvia que cayó esa tarde. Procuna le cortó a su tercer toro, las dos orejas y rabo. “Diamante Negro”, al último toro de la corrida, le cortó las dos orejas.
El 2 de noviembre de 1955, en la Plaza de Toros de Medellín (Colombia), se celebró un mano a mano entre el diestro mexicano Luis Procuna y el venezolano Luis Sánchez Olivares “Diamante Negro”. Procuna estuvo muy bien en sus tres toros, cortando: dos orejas a su primero, una oreja a su segundo y dos orejas y rabo a su tercero. “Diamante Negro” realizó una gran faena a su segundo toro, mató de una gran estocada y cortó dos orejas.
Muchos triunfos se fueron sumando en la carrera taurina del “Diamante”, pero en una de esas tardes de ilusión, ocurrió el fatal percance que mantuvo a nuestro querido ídolo venezolano entre la vida y la muerte.
LA GRAVE CORNADA DEL “DIAMANTE NEGRO” EN CARACAS
El 10 de noviembre de 1957 actuaba el rejoneador Ángel Peralta con los diestros Miguel Báez “Litri”, Anselmo Liceaga y el “Diamante Negro” en el Nuevo Circo de Caracas. El ídolo venezolano “Diamante Negro” estuvo extraordinario en su primer toro, pero durante la lidia de su segundo, de nombre “Manzanero”, marcado con el número 62, de la ganadería mexicana de “Peñuelas”, luego de realizar una magnifica faena de muleta, sufrió un terrible percance ejecutando la suerte suprema. Se paralizó por completo la plaza al ver a su ídolo prendido por el cuello, con el pitón metido debajo del maxilar, siendo levantado por el impulso de la embestida, derribándolo y propinándole otra herida en el muslo derecho.
Mi abuelo, Florencio Gómez Núñez, estuvo presente aquella tarde en el Nuevo Circo de Caracas. Había acudido con mi abuela, Elena Arráiz de Gómez, mi tío Florencio Vicente y mi madre Rosa Elena Gómez Arráiz. Momentos de verdadera angustia se vivieron en el ruedo. La oportuna intervención del rejoneador Ángel Peralta permitió que el “Diamante Negro”, no se ahogara con su propia sangre al ser conducido a la enfermería, ya que lo llevaban cargado boca arriba. Peralta, al darse cuenta del error que estaban cometiendo, dio instrucciones para que lo voltearan inmediatamente boca abajo, de forma que pudiera expulsar la sangre que le impedía respirar, porque se estaba ahogando. Todo esto ocurrió entre los nervios y la prisa de quienes lo conducían por el callejón hasta la enfermería.
Como dato curioso, el “Diamante Negro” perdió los dos dientes incisivos superiores que cayeron a la arena y el popular monosabio “Mosquito” los recogió y se los pegó, inmediatamente, con las manos. No perdió los dientes gracias a su oportuna y rápida intervención. El equipo médico que lo atendió de urgencia en la enfermería estaba integrado por los doctores Guillermo Angulo López, Hernán Quintero Uzcátegui y Raúl Ferro.
El “Diamante Negro”, después de la eficiente intervención del Dr. Guillermo Angulo López, fue trasladado al Puesto de Socorro que quedaba en la esquina de Salas, donde permaneció dos semanas hospitalizado. Posteriormente, terminó su recuperación en su residencia.
El 11 de diciembre de 1960, en la Plaza de Toros Maestranza de Maracay, actuaron los diestros Luis Procuna, Luis Sánchez “Diamante Negro” y Paco Camino que debutaba en Venezuela. Camino, cortó una oreja a su primer toro. “Diamante Negro” realizó una gran faena, a su segundo toro, cortándole las dos orejas. Procuna cumplió ante el peor lote de la corrida. Los diestros “Diamante Negro” y Paco Camino salieron a hombros de la plaza.
Rafael Dupouy Gómez, Luis Sánchez “Diamante Negro”, Rosa Elena Gómez Arráiz y Miguel Dupouy Gómez en la Maestranza de Maracay. Año 1998. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
El 29 de septiembre de 1963, Luis Sánchez Olivares “Diamante Negro” se cortó la coleta en el Nuevo Circo de Caracas. Alternó con Antonio Bienvenida y Félix Briones. Su último toro se llamó “Calamar”, número 40, de 444 kilos, de la ganadería mexicana de “Xajay”. Como dato curioso, Antonio Bienvenida, había actuado, el 28 de septiembre de 1963 en Madrid (España) y al día siguiente, en tiempo récord, se presentó especialmente en el Nuevo Circo de Caracas (Venezuela) para cortarle la coleta a su compadre, el ídolo venezolano “Diamante Negro”. Sería su primera despedida de los ruedos. Este año se cumple el 50 Aniversario de esa histórica tarde.
El 13 de febrero de 1966, el ídolo venezolano “Diamante Negro” volvió a los ruedos en la Plaza de Toros Maestranza de Maracay, alternando con “Curro” Girón y Santiago Martín “El Viti”, ante toros de la ganadería de “El Rocío”. Curro Girón cortó dos orejas, a su segundo toro, quinto de la tarde y fue paseado a hombros. “Diamante Negro” cumplió y fue aplaudido.
El 12 de octubre de 1971, toreó su última corrida en el Nuevo Circo de Caracas, alternando con Paco Camino y Dámaso González, ante toros de la ganadería mexicana “Tequisquiapan”. Su último toro se llamó “Atabapo”, marcado con el número 106, con 485 kilos de peso.
El 21 de enero de 1972, se retiró definitivamente de los ruedos en San Cristóbal (Venezuela), alternando con Francisco Rivera “Paquirri” y Miguel Márquez, lidiando toros de “Las Mercedes”.
En el 65 Aniversario de su alternativa como matador de toros, me complace dedicarle este merecido recuerdo, a mi amigo Luis Sánchez Olivares “Diamante Negro”, figura y ejemplo de la historia taurina de Venezuela.