Por Dolores de Lara
Asturias, Patria querida… como dice esta popular canción finalmente convertida en himno, se vistió de gala, un año más, para celebrar sus anuales Premios Príncipe de Asturias, en su XXXIII edición.
Don Felipe y doña Letizia, llegaron al teatro Campoamor de Oviedo, capital del Principado, para presidir y hacer entrega de estos prestigiosos premios. La Reina, como en todos estos años, no faltó.
Uno de los momentos más entrañables fue el de la entrega del premio Príncipe de Asturias de la Concordia para la delegación de la ONCE. El galardón fue recogido por el presidente de la ONCE, Miguel Carballeda; Liv Parlee, una niña ciega pianista de 8 años, y María Cristina Lucchese con su perro guía Breezy.
A título individual, dos españoles entre los galardonados, el golfista José María Olazábal y el escritor Antonio Muñoz Molina. A título colectivo, la Fundación Nacional de Ciegos de España (ONCE). El resto de premiados fueron el cineasta Michael Haneke, la fotógrafa Annie Leibovitz, la socióloga Saskia Sassen, la sociedad Max Planzk y los físicos Peter Higgs y François Englert.
Don Felipe, en un elocuente discurso, ha recordado el espíritu solidario de los ciudadanos gallegos de Angrois, lugar donde se produjo el accidente de tren que costó la vida de tantas personas este pasado mes de julio, arengando a la sociedad española para que supere “la adversidad” y se sobreponga “al pesimismo, la frustración o la desconfianza que afecta hoy en día a muchos ciudadanos”.
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