VALDEMORILLO TRIUNFÓ Y CONVENCIÓ. SU ALCALDESA Y EMPRESARIO, TAMBIÉN

 

Dos luchadores y defensores de la Fiesta Nacional: Pilar López Partida, Alcaldesa de Valdemorillo, y Tomás Entero, empresario taurino

TEXTO Y FOTOGRAFÍAS: DOLORES DE LARA

Valdemorillo, localidad madrileña y serrana, con motivo de la Feria de San Blas, dio el pistoletazo de salida a la temporada taurina, fiesta que se seguirá celebrando en el resto de España a partir de esta fecha.

Esta Feria ha sido degustada por muchos aficionados a través de las cadenas televisivas de Castilla La Mancha TV y Canal Plus Toros, y todo ello gracias a la buena predisposición por parte del empresario de la plaza, Tomás Entero, y el Ayuntamiento, regido desde hace varias legislaturas por la popular Pilar López Partida.

“La Candelaria”, una coqueta y acogedora plaza de toros, sin temor a las inclemencias meteorológicas por su condición de coso cubierto, recopiló un interesante cartel taurino compuesto de 1 novillada picada y 2 corridas de toros, y que, por quinto año consecutivo, mantiene el precio de las entradas, sin subir ni un euro. Esto es crear afición, enhorabuena.

Sábado 8 de febrero: Toros de Luis Algarra para los diestros Manuel Escribano, David Mora y Arturo Saldivar

  

Manuel Escribano obtuvo un triunfo total después de haber pasado un largo periodo fuera de los ruedos por culpa de la grave cornada sufrida en Sotillo de la Adrada. Dos orejas muy bien ganadas. Puerta grande para Escribano y David Mora.

 

 David Mora, torero hasta decir basta, desgreñado y con enfado torero, flipó a todo el graderío. Brindó su segundo toro de la tarde a Carmen Martínez Bordiú, pareciendo decir: “Va por ti, Carmencita”. Y obtuvo su respuesta a su buena faena: puerta grande.

 El mexicano, Arturo Saldívar, no pudo lucirse, los astados no respondieron.

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Domingo 9 de febrero: Toros de la ganadería de Ana Romero para los diestros Javier Castaño, Paulita y Sergio Aguilar, Aguilar fue sustituido por el triunfador del día 8, Manuel Escribano

 

Comentemos esta segunda corrida de la feria de San Blas comenzando con la cuadrilla del momento: la del maestro Javier Castaño. David Adalid, cimbreante como una espiga, pero seguro como un junco, dejó su sello y su valor en el ruedo, poniendo sus pares de banderillas con su buen hacer de siempre. Fernando Sánchez, saleroso, con sus patillas al estilo Luis Cándelas, con banderillas en sendas manos, semejaban a dos certeras facas, que no eran facas, pero si  dos pares de banderillas certeras. A los quites, un joven y espigado galán, galán como fiel a su apellido: Marco Galán. Y, a los postres, los excelentes puyazos desde su caballo, que bien se le podía dar el sobrenombre de Babieca:Tito Sandoval, todo un triunfo. Admiración y aplausos a rabiar en el respetable. Javier Castaño, aun sin salir a hombros por culpa de la Tizona, también demostró con capa y capote su buen hacer en el ruedo.

Paulita, que decir de Paulita, dio unos pases tan bonitos, que nos dejaron atónitos. Valiente, muy valiente, y sabiendo llevar al toro a su torería torera, desorejó al quinto astado (no hay quinto malo), que fue su segundo de la tarde, de la ganadería de Ana Romero, saliendo a hombros y puerta grande.

Paulita cruza el umbral de la gloria

Y, como colofón, el ayer triunfador y hoy presente por la vía de la sustitución,  Manuel Escribano, el otro gran torero ganador del día anterior que, quizás, hubiera podido cruzar los umbrales de la gloria una segunda vez en la misma feria, pero su segundo toro no le respondió con la bravura y nobleza que todos esperábamos. El astado era despistado y algo atolondrado, no dejaba juego donde poderse lucir ese valiente torero. Pero aun así, nos dejo muy buen sabor de boca.

Final de la Feria de San Blas, feria, que muy bien se podía enmarcar. Enhorabuena al Ayuntamiento de Valdemorillo, a su alcaldesa, Pilar López Partida, y al empresario Tomás Entero. Alcaldesa y empresario, dos personas sencillas, con mucha profesionalidad y sabiendo capotear con alegría los malos tiempos que corremos. Pero, como bien dice el refrán: Al mal tiempo buena cara.

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