(Por: Rafael Dupouy Gómez)
Escalofriante desplante de “Carnicerito de México” en Guadalajara (México), el 20 de diciembre de 1931. Foto: Orduña. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Escribir sobre José González “Carnicerito de México”, me hace recordar la impresión que despertó en mi abuelo, Florencio Gómez Núñez, este valentísimo torero que siempre salía a los ruedos dispuesto a triunfar. La afición venezolana le pudo ver varias veces en sus cosos, demostrando ser un diestro muy completo en todos los tercios de la lidia. Mi abuelo, me contaba que era muy simpático y agradable en el trato. Con el capote era variado y gracioso, especialmente, en sus quites y por la gran exposición que demostraba en la ejecución de sus formidables pares de banderillas en terrenos increíbles, muy pegado a las tablas. Con la muleta, destacaba por sus pases naturales, de pecho y de la firma. Era temerario en sus desplantes; de rodillas y de espaldas al toro, que hacían levantar al público de sus asientos. Jugaba con los pitones de sus enemigos, tocándoselos o colocándoles algún sombrero con una sonrisa y serenidad pasmosa. Fue un certero estoqueador. Sus faenas siempre estaban enmarcadas dentro de una atmósfera de angustia y tragedia. Por su valor, pundonor, emoción y entrega marcó una época inolvidable del toreo. Se le considera el precursor del toreo tremendista.
José González López “Carnicerito de México”, nació en Tepatitlán, Jalisco, el 8 de septiembre de 1904. Trabajó en el Matadero de Guadalajara (México), en donde practicó su afición a los toros. En su tierra, se inicio como becerrista y, posteriormente, como un destacado novillero desde 1925. Con un buen cartel en México, decidió probar suerte y viajar a España en 1930.
Debutó como novillero en España, el 4 de mayo de 1930, en Tetuán de las Victorias, lidiando novillos de don Antonio Llanos, actuando con Miguel Morilla “Atarfeño” y Juan Martín Caro “Chiquito de la Audiencia”. “Carnicerito de México”, cortó una oreja y fue el triunfador esa tarde. Su éxito y popularidad fue tan grande, que toreó en Tetuán seis novilladas más, cortando orejas en cinco tardes.
El 3 de agosto de 1930, “Carnicerito de México”, debutó como novillero en Madrid, gustando mucho su toreo, siendo bastante aplaudido. Como dato curioso, esa tarde, el valiente novillero mexicano, se arrojó a cuerpo limpio haciéndole el quite a su compañero Luis Morales, quien resultó cogido. Ese valeroso gesto, le valió ser ovacionado por el público presente. Esa tarde también actuaba su paisano Luciano Contreras. El ganado, era de la divisa de Veragua, de don Manuel Martín Alonso.
El 26 de octubre de 1930, en la Plaza Monumental de Barcelona (España), debutaron José González “Carnicerito de México” y Domingo Ortega, lidiando cinco novillos de Terrones y uno de Villarroel. Fue una tarde memorable. “Carnicerito de México” a su primer toro, le cortó las dos orejas y rabo; a su segundo y tercer toro, les cortó una oreja a cada ejemplar. Ortega, a su primer y tercer toro, les cortó las dos orejas y rabo; a su segundo, le cortó una oreja. Los matadores fueron muy ovacionados y tuvieron que dar varias vueltas al ruedo juntos. En una de ellas, se invitó al empresario Domingo González Mateos “Dominguín” para que acompañara a los diestros. El público saltó al ruedo y fueron llevados a hombros.
El 2 de noviembre de 1930, en la Plaza Monumental de Barcelona (España), ocurrió el gran suceso de la temporada durante la celebración del sensacional mano a mano entre los novilleros José González “Carnicerito de México” y Domingo Ortega, lidiando reses de Coquilla. El lleno fue hasta la bandera, a pesar de la lluvia. Hubo gran expectación por volver a ver a los novilleros que habían triunfado en esa plaza. “Carnicerito de México”, cortó cuatro orejas y dos rabos. En su segundo toro, luego de una gran estocada, resultó herido en la mano cuando realizaba un desplante mientras esperaba la muerte de su enemigo. Pasó a la enfermería tras una gran ovación. Domingo Ortega, estuvo formidable, cortando cinco orejas y dos rabos, saliendo a hombros de la plaza. Ese mismo año de 1930, “Carnicerito de México” tuvo tanto éxito que toreó un total de 35 novilladas.
En 1931, “Carnicerito de México” continuó cosechando triunfos como novillero en España, participando en 31 novilladas, destacando sus presentaciones en Salamanca, Cádiz, Valencia, Sevilla, Madrid y Bilbao. Cortó ese año 110 orejas y 40 rabos. Como dato curioso, el célebre escritor norteamericano y gran aficionado taurino, Ernest Hemingway, en su libro “Muerte en la Tarde”, publicado en el año 1932, relató sus impresiones sobre el valeroso y buen banderillero “Carnicerito de México” y otros toreros de esa época que cautivaron su atención.
Alternativa en España
José González “Carnicerito de México”, decidió tomar la alternativa, el 13 de septiembre de 1931, en la Plaza de Toros de Murcia. Se lidiaron seis toros de Miura. Domingo Ortega fue su padrino y Jaime Noaín actuó como testigo. El toricantano “Carnicerito de México” estuvo toda la tarde muy valiente y con ganas de triunfar. Fue muy ovacionado desde que apareció realizando el paseíllo y durante la faena de su primer toro. A su segundo toro, lo recibió con una larga cambiada de rodillas, lo banderilleó espectacularmente, y con la muleta estuvo muy artista y valiente, matando de pinchazo y entera. Se le premió con la vuelta al ruedo, siendo sacado a hombros de la plaza. Noaín al tercer toro de la tarde, le cortó las dos orejas y rabo.
El 18 de septiembre de 1931, “Carnicerito de México” confirmó su alternativa en Madrid. Manolo Bienvenida, le cedió el toro de nombre “Estudiante”, negro, marcado con el número 5, perteneciente a la ganadería de don Celso Cruz del Castillo. Domingo Ortega fue el testigo de la ceremonia. Los toros resultaron mansos y descastados.
El 1 de mayo de 1932, en Madrid, el mexicano José González “Carnicerito de México” se presentó con el sevillano Manuel del Pozo “Rayito” y el valenciano Manolo Martínez, lidiando reses de don Bernaldo de Quirós. “Rayito” fue corneado durante un lance de rodillas y “Carnicerito”, al último toro de la corrida, le cortó una oreja, siendo el triunfador de la tarde. El 5 de mayo de 1932, en Marsella (Francia), “Carnicerito de México” obtuvo otro gran triunfo al cortar orejas y rabos. El diestro mexicano, siempre estuvo muy dispuesto a triunfar, demostrando un valor sin límites.
El 4 de septiembre de 1932, en la Plaza Monumental de Barcelona (España), se presentaron el rejoneador don Antonio Cañero, y los matadores de toros Saturio Torón y José González “Carnicerito de México”, en un mano a mano. Se lidiaron dos toros de Marcial Lalanda para el rejoneador y seis toros de los Hnos. don Luis y don José Pallarés Delsors. “Carnicerito” realizó una faena asombrosa a su primer toro, segundo de lidia ordinaria, cortándole las dos orejas y el rabo. Destacó por su variado y gracioso toreo con el capote. Luego de tres clásicas verónicas con hondura, realizó un remate genial, arrancándole al toro la divisa con la mano. Con la muleta, estuvo valentísimo, realizando varios adornos y desplantes temerarios, acariciando los pitones de su enemigo. Colocó una buena estocada y descabelló al primer intento. Mató los dos toros suyos restantes y el de Saturio Torón que había recibido un puntazo. El rejoneador Cañero recibió una cornada en la cara anterior del brazo derecho, de pronóstico grave.
El 12 de octubre de 1932, en Barcelona (España), se encerró en solitario para matar seis toros de la ganadería de los Hnos. don Luis y don José Pallarés Delsors, pero no tuvo el éxito esperado. Toreó en el viejo continente ese año un total de 18 corridas y estoqueó 41 toros.
Debut en el Nuevo Circo de Caracas (Venezuela)
El 6 de noviembre de 1932, en la Plaza de Toros Nuevo Circo de Caracas, se lidiaron tres toros pura casta española de las ganaderías de: Carriquiri, Pérez de la Concha y Surga, y tres toros de media casta de Santaella, para los diestros Antonio Posadas, Saturio Torón y el debut de José González “Carnicerito de México”. Posadas y Torón cortaron cada uno, una oreja. “Carnicerito”, estuvo muy valiente y temerario. Con las banderillas colocó pares escalofriantes, realizando grandes faenas y matando bien a sus toros. Cortó las orejas y rabo al toro de Carriquiri que le tocó en suerte, sexto toro de la tarde y salió a hombros de la plaza.
El 13 de noviembre de 1932, en la Plaza de Toros Nuevo Circo de Caracas, se llevó a cabo una corrida de toros en la que actuaron el venezolano Julio Mendoza Palma, el español Pepe Amorós y el mexicano José González “Carnicerito de México”. Se lidiaron tres toros pura casta españoles de las ganaderías de Nandín, Carriquiri y Surga y tres toros media casta criollos de don Juan Vicente Ladera. Hubo un lleno imponente. Asistió a esta corrida, el Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela. El venezolano Julio Mendoza, estuvo muy bien en su primer toro, media casta, que había brindado al Presidente de la República y al que le ejecutó una faena valerosa y con deseos de agradar, cortándole las dos orejas y el rabo. Pepe Amorós, también realizó a su primer toro, media casta, una artística y dominadora faena, colocando una gran estocada que le valieron las dos orejas y el rabo. “Carnicerito de México”, demostró un valor temerario en sus toros. En su primer toro, media casta, recibió un puntazo en una pierna al torearlo con la muleta y se quedó en el ruedo para matarlo de estocada regular. A su segundo toro, pura casta, de la ganadería española de Nandín, le realizó una extraordinaria y larga faena, poniendo al público de pie, siendo aclamado entre atronadoras ovaciones. Colocó una gran estocada en toda la cruz. Cortó las dos orejas y el rabo y el público delirante lo llevó a hombros desde la plaza hasta el hotel donde se hospedaba. Esta fenomenal faena ha sido considerada como una de las de mayor valor, exposición y temeridad ejecutadas en la historia del Nuevo Circo de Caracas.
Apoteósica faena en la Maestranza de Maracay (Venezuela)
Cartel de la tercera corrida de la Feria Inaugural de la Plaza de Toros Maestranza de Maracay (Venezuela), el 22 de enero de 1933. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Después del resonante triunfo del diestro mexicano en el Nuevo Circo de Caracas, los hermanos Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez, contrataron a José González “Carnicerito de México”, para que toreara en la tercera y última corrida de la feria de Maracay (Venezuela), el 22 de enero de 1933. Se lidiaron 3 toros de la ganadería venezolana “La Providencia” de los hermanos Gómez Núñez y 3 toros de la temible ganadería española de Miura para los matadores: Manolo Bienvenida, José González “Carnicerito” de México y Pepe Gallardo.
“Carnicerito de México”, fue el primer torero mexicano que toreó en la Maestranza de Maracay. Acompañando al diestro azteca, vinieron a Venezuela, Juan Ruiz, banderillero, nacido en Guadalajara, quien toreó mucho en su tierra bajo sus órdenes desde 1931 y Mariano Rivera, un magnífico peón de brega.
Detalles sobre la gran faena de “Carnicerito de México”, las reseñó la siguiente crónica taurina del “Conde Federico”, publicada en el diario “El Universal”, el 23 de enero de 1933:
Maracay, 22 de enero, 1933.- “La última corrida de feria hizo llenar el circo de bote en bote, agotándose las localidades. El General Juan Vicente Gómez asistente al espectáculo, fue objeto de prolongados aplausos al aparecer en el palco de honor. “Carnicerito de México” ha sido la emoción de la tarde. Todo el indomable valor, toda la vergüenza torera que atesora el bravo lidiador azteca lo ha volcado hoy sobre la caldeada arena del circo de Maracay, haciendo crujir sus basamentos. Tanto en su toro media casta como en el de Miura, “Carnicerito” mantuvo en pie a toda la concurrencia, realizando faenas en las que una continuada visión de trágica belleza puso jadeos en todos los corazones y resecos en todas las gargantas. Cuando terminó la lidia de su primer bicho, de “La Providencia”, que fue notable por su bravura y suavidad, echándolo a rodar de un magno estoconazo, la plaza parecía un manicomio. Cayeron al redondel, sombreros, bastones, ramos de flores y hasta un mantón de manila. Las palmas echaban humo, paseando el triunfador por el anillo con las dos orejas y el rabo del enemigo a manera de emplumado trofeo.
Hoy también han sido llamados al redondel los hermanos Gómez Núñez, quienes recibieron una ovación al ser arrastrado el toro media casta, primero de “Carnicerito”. Juan Vicente y Florencio correspondieron al simpático homenaje, desde el centro de la plaza, calañeses en mano.
Al toro de casta, “Betunero” de Miura, negro, bravo, con poder y nervio, el de México, al torear por verónicas, se le puso materialmente de cinturón de goma, llenándose la faja de baba miureña. Al rematar los lances, le arrancó al feroz “Betunero” la divisa, produciendo este alarde de inverosímil valentía un vibrante clamor de entusiasmo y de febril emoción.
Al engendrar un pase de muleta, fue alcanzado por el de Miura, recibiendo un puntazo hondo en el muslo izquierdo. Sin amilanarse en lo más mínimo, continuó la lidia hasta clavar medio estoque en las alturas, teniendo que ocurrir al descabello, que logró después de varios intentos. Con la pundonorosa y sensacional actuación de “Carnicerito de México”, han culminado las corridas de feria, dignamente. ¡Ha sido más bravo que todos los Miuras el torero que flirtea con la muerte!
Así han terminado las corridas inaugurales del tauródromo de Maracay, la más bella y primorosamente ejecutada de Venezuela y una de las mejores de América. Por lo rumboso de los carteles y por el entusiasta esfuerzo de los jóvenes ganaderos hermanos Gómez Núñez al edificar tan hermoso y alegre edificio, así como por su auténtica afición a la más bella de todas las fiestas, bien tienen merecido el cálido homenaje del aplauso congratulario”.
Dos imágenes de “Carnicerito de México”, el 22 de enero de 1933, durante su apoteósico triunfo en la Maestranza de Maracay y dando la vuelta al ruedo en compañía de los ganaderos Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
Con motivo de la inauguración de la Plaza de Toros Maestranza de Maracay (Venezuela), el diestro mexicano “Carnicerito de México” dejó escrita de su puño y letra esta bonita dedicatoria: “Mis más sinceras felicitaciones para los Hermanos Don Juan Vicente y Don Florencio Gómez Núñez por su nueva ganadería y los más grandes entusiastas de esta Bella Fiesta de oro, seda, sangre y sol”. José González “Carnicerito de México”.
El diestro mexicano José González “Carnicerito de México”, el día siguiente de la corrida de su memorable triunfo, fue invitado por los hermanos Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez, a su oficina con los cronistas taurinos de Caracas a quienes obsequiaron un brindis. Posteriormente, visitaron el Laboratorio Nacional Cinematográfico, dirigido por Efraín Gómez, siéndoles proyectadas las películas de las tres corridas inaugurales de la Plaza de Toros de Maracay (Venezuela).
La Monumental de Barcelona escenario de grandes triunfos
Una de las plazas de toros que le brindó los más importantes triunfos de su carrera taurina fue la Monumental de Barcelona (España). El público le idolatró admirando su toreo. El 9 de abril de 1933, en Barcelona (España), se lidiaron ocho toros, seis de don Alipio Pérez Tabernero, uno de Cobaleda y otro de la viuda de Soler, para Fermín Espinosa “Armillita”, Manolo Bienvenida, Pepe Bienvenida y José González “Carnicerito de México” que, en su primero, dio una vuelta al ruedo con petición de oreja; y en su segundo, cortó una oreja y rabo, saliendo a hombros de la plaza.
Continuaron los triunfos de “Carnicerito de México” ese año en Burdeos, Zamora, Béziers, Pamplona, Almería, Vie-Fezensac, Nimes y Zaragoza. En 1933, toreó entre España, Francia y Portugal 29 corridas, siendo superado por su coterráneo Fermín Espinosa “Armillita” que toreó 53 corridas, convirtiéndose en el extranjero con mayor número de actuaciones en España. En 1934, inició su campaña triunfando en el sur de Francia: Marsella, Toulouse y Burdeos.
El 20 de mayo de 1934, en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona (España), se lidiaron toros de don Argimiro Pérez Tabernero, para Rafael Gómez “El Gallo”, Joaquín Rodríguez “Cagancho” y José González “Carnicerito de México”. “Carnicerito”, estuvo colosal en la lidia del tercer toro, de la ganadería de Gabriel González. Lo toreó por verónicas y faroles de rodillas. La ovación fue estruendosa. Colocó cuatro pares de banderillas, inmensos. Los aplausos del público duraron quince minutos. Con la muleta realizó una de las faenas más valientes y emocionantes en la historia de esa plaza. Inició su faena de muleta con cuatro pases estatuarios por alto, tandas de naturales ligadas con pases de pecho espeluznantes, mató de pinchazo y estocada, recibiendo como premio la oreja y el rabo. A su segundo toro, le ejecutó otra gran faena, cortándole las dos orejas, saliendo a hombros.
El 10 de junio de 1934, en Barcelona (España) se lidiaron ocho toros de don Julián Fernández, para los diestros Fermín Espinosa “Armillita”, Manolo Bienvenida, Pepe Bienvenida y José González “Carnicerito de México” que al último toro de la tarde, le realizó una sensacional faena, colocándose en terrenos inverosímiles, haciendo sus temerarios desplantes ante la cara del toro, colocándole la montera en el testuz al culminar su faena con el capote. Luego, con la muleta en la espalda, le colocó al toro dos sombreros en los pitones. Mató volcándose sobre su enemigo, cortándole las dos orejas y el rabo, saliendo a hombros de la plaza.
El 17 de junio de 1934, en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona (España), José González “Carnicerito de México” se presentó con Marcial Lalanda y Curro Caro, lidiando toros de Ayala. “Carnicerito” fue ovacionado en su primero; y en su segundo, realizó una gran faena que culminó con una gran estocada. Le concedieron las dos orejas y el rabo, siendo el triunfador de la tarde. Ese mismo año, toreó entre España, Francia y Portugal, 21 corridas, siendo superado, nuevamente, por su compatriota Fermín Espinosa “Armillita” que toreó 63 corridas, siendo el extranjero con mayor número de actuaciones en España.
El 4 de agosto de 1935, en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona (España), José González “Carnicerito de México” lidió toros de Miura con los diestros Paco Madrid y Paco Perlacia. El diestro mexicano a su primer toro, le realizó una magnífica faena toreando muy de cerca de los pitones, con arte y valor, exponiendo mucho ante el toro con pases de rodillas por ambas manos. Mató de una estocada colosal, recibiendo una ovación apoteósica, siendo premiado con las dos orejas, el rabo y la pata. A su segundo toro, lo volvió a torear muy de cerca, realizando desplantes escalofriantes, colocándole la montera en los pitones. Mató de un pinchazo hondo y una entera, recibiendo oreja y rabo por su labor. El público lo sacó en hombros de la plaza, aclamándolo como el triunfador de la tarde.
El 11 de agosto de 1935, en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona (España), José González “Carnicerito de México” actuó en un mano a mano con Paco Perlacia, ante seis toros de la ganadería de don Argimiro Pérez Tabernero. El diestro mexicano, al cuarto toro de la tarde, le realizó una gran faena, otorgándosele las dos orejas y el rabo.
El 29 de septiembre de 1935, en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona (España), actuaron el rejoneador portugués Simao Da Veiga y los diestros José Amorós, “Carnicerito de México”, Antonio García “Maravilla” y Félix Colomo. “Carnicerito de México” triunfó cortándole a su segundo toro, las dos orejas y el rabo. Lo toreó fenomenalmente por verónicas compartiendo bellos quites con “Maravilla”. Puso al público de pie y ambos diestros, desde los medios, agradecieron la fuerte ovación. El mexicano, colocó cuatro pares de banderillas enormes que, nuevamente, hicieron levantar a los espectadores de sus asientos. Con la muleta, se metió en la cuna de los pitones, realizando una gran faena con pases de pecho, en redondo, de la firma y de hinojos. Dejó un pinchazo hondo y volvió a entrar a matar, colocando una media estocada que fulmino al toro. En ese segundo intento, al ejecutar la suerte suprema, recibió un fuerte varetazo en el pecho. Acudió a la enfermería y le llevaron las dos orejas y el rabo.
El 3 de noviembre de 1935, en la Plaza de Toros Arenas de Barcelona (España), “Carnicerito de México” le realizó una gran faena al cuarto toro de la tarde de la ganadería de don Ignacio Sánchez, cortándole las dos orejas y el rabo. El diestro mexicano actuó mano a mano con “Carnicerito de Málaga”, quien cortó una oreja a su primer toro y otra a su segundo. Ambos salieron a recibir las ovaciones del público en los medios. “Carnicerito de México” toreó ese año en el viejo continente un total de 22 corridas y estoqueó 57 toros. En la temporada americana 1935-1936, “Carnicerito de México” toreó dos corridas en Venezuela, cinco en Europa, siete en Colombia y tres en Perú.
El 12 de abril de 1936, en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona (España), José González “Carnicerito de México”, se presentó con Marcial Lalanda, Fermín Espinosa “Armillita” y Victoriano de La Serna, lidiando toros de don Eduardo Sotomayor y don Vicente Muriel. “Carnicerito” al séptimo toro de la tarde, de la ganadería de Sotomayor, lo recibió con unas buenas verónicas. Invitó a banderillear a “Armillita”, realizando un bonito tercio que fue muy aplaudido. Le brindó la muerte del toro a Rafael Gómez “El Gallo”, siendo premiado con las dos orejas.
El 19 de abril de 1936, en la Plaza de Toros Monumental de Barcelona (España), “Carnicerito de México”, actuó con Luis Castro “El Soldado” y “Venturita”. “Carnicerito” fue el triunfador de la tarde cortando cuatro orejas y dos rabos a los toros de don Julián Fernández que le correspondieron en suerte. La guerra civil española y el problema del convenio taurino entre los toreros españoles y mexicanos, hizo que su cartel disminuyera esos años.
En la temporada americana 1936-1937, “Carnicerito de México” toreó siete corridas en Venezuela, nueve en Colombia, dos en Perú y algunas otras en Ecuador. El 10 de enero de 1937, en Lima (Perú), estoqueó seis toros y el 15 de agosto de 1938 fue premiado con la “Oreja de Plata”.
El 29 de diciembre de 1940, en la Plaza de Toros de El Toreo (México D.F.), “Carnicerito de México” fue testigo de la mortal cornada que el toro “Cobijero”, de la ganadería de “Piedras Negras”, le propinó al matador mexicano Alberto Balderas, destrozándole el hígado. Ese día, tomaba la alternativa Andrés Blando. “Carnicerito” había solicitado permiso para brindar su toro ante la autoridad de la plaza y Balderas sufrió la cornada mortal tratando de distraer al toro de “Carnicerito” que, inesperadamente, se le vino encima.
A la izquierda: Rafael Dupouy Gómez, muestra la Divisa del toro de Miura “Betunero” que lidió “Carnicerito de México”, el 22 de enero de 1933 en la Maestranza de Maracay. A la derecha: Un espeluznante par de banderillas del valeroso diestro azteca. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).
La temporada del año 1945, en el viejo continente, “Carnicerito de México” toreó un total de 12 corridas de toros, actuando en 3 festivales. En la temporada del año 1946, “Carnicerito de México” toreó un total de 10 corridas y estoqueó 21 toros.
La tarde de su cornada mortal en Portugal
El 14 de septiembre de 1947, en Villaviciosa (Portugal), se realizó una corrida al estilo portugués, donde se lidiaron reses de la ganadería portuguesa de Joaquín Esteban de Oliveira para los rejoneadores Conchita Cintrón y Alberto Luis Lopes, y los diestros José González “Carnicerito de México” y Etelvino Laureano. “Carnicerito de México” a su primer toro, le realizó una faena brillantísima, dando la vuelta al ruedo. Al séptimo toro de la tarde, de nombre “Sombrereiro”, marcado con el número 3, “Carnicerito de México” lo recibió con excelentes lances de capa. Colocó tres magníficos pares de banderillas de poder a poder. Inició la faena con un pase por alto muy ceñido, pero al ejecutar el tercero, resultó cogido por el toro en el muslo derecho, siendo lanzado, fuertemente, contra las tablas. Conchita Cintrón se quitó los zajones, amarrándole la pierna destrozada con las correas. Dejó mucha sangre regada en la arena cuando lo conducían a una enfermería sin condiciones, ameritando su inmediato traslado al Hospital de la Misericordia de esa localidad, donde se le trató de contener la hemorragia. “Carnicerito” le expresó a Conchita Cintrón su deseo de morirse en su tierra. Quería volver a ver el cielo de México y se lamentaba que lo dejaran morir de esa forma. La herida fue de 25 centímetros e interesó la arteria femoral de pronóstico muy grave. Lograron operarlo, rápidamente, pero necesitaban más sangre que no tenían en el Hospital para la urgente transfusión. “Carnicerito de México”, pasó la noche diciendo que la cornada había sido igual que la de “Manolete” y que advertía los mismos síntomas al perder la sensibilidad de la pierna herida. Recordaba que, unas semanas antes, le había mandado el pésame a doña Angustias, la madre de “Manolete”. “Carnicerito de México”, recibió con mucha fe la extremaunción por el capellán del hospital, pero a las 8:30 de la mañana del 15 de septiembre de 1947, falleció de un colapso cardíaco, a los 43 años de edad. Después de un largo trayecto, llegó un doctor con sangre para realizarle una nueva transfusión, siendo ya demasiado tarde.
Su querida amiga Conchita Cintrón, avisó la mala noticia por teléfono a la viuda del diestro, que residía en Barcelona (España). Fue enterrado, provisionalmente, en el cementerio de Los Remedios de Villaviciosa, la mañana del 16 de septiembre de 1947. Los gastos del entierro fueron cubiertos, íntegramente, por Conchita Cintrón. El 19 de septiembre de 1947, el cadáver de “Carnicerito de México” fue embarcado en el buque “Nacala” para ser trasladado a su tierra, siendo enterrado en el Panteón Moderno de México D.F. Lo acompañó su viuda con quien se había casado dos años antes.
“Carnicerito de México” había recién cumplido 16 años de alternativa como matador de toros. Su impresionante valor, profunda entrega y gran exposición, le valieron 36 cornadas de gravedad.
En el año 2007, su gran amiga la rejoneadora Conchita Cintrón fue la invitada de honor para inaugurar una estatua de bronce como homenaje al torero José González “Carnicerito de México” en su ciudad natal, al cumplirse el 60º aniversario de su muerte. Su recuerdo imborrable permanecerá en las importantes páginas de la historia taurina de México y del mundo.