domingo, 13 de julio de 2014

EN PAMPLONA, PADILLA ES EL REY

"...ayer se volvió a demostrar. Salió a darlo todo desde el principio para dejar contento a su público. Recibió a sus dos oponentes con varias largas cambiadas, banderilleó a los dos toros y con la muleta ofreció su espectáculo..."

Domingo Delgado de la Cámara / Fuente: DelToroalinfinito

Juan José Padilla sale todas las tardes a satisfacer al respetable honradamente. No es un divo, no tiene pretensiones, no va de exquisito. En realidad es un soplo de aire fresco en un ambiente taurino viciado por tanto torero amanerado y por tanto toreo falsamente estético. Padilla es el antítodo perfecto contra lo cursi.

Es un torero popular en el más noble sentido de la palabra, por eso encaja tan bien en Pamplona, donde un público generoso y sin prejuicios, premia antes que nada la entrega y la sinceridad. En Pamplona Padilla es el rey, ayer se volvió a demostrar. Salió a darlo todo desde el principio para dejar contento a su público.

Recibió a sus dos oponentes con varias largas cambiadas, banderilleó a los dos toros y con la muleta ofreció su espectáculo. Su primero tuvo nobleza, pero también sosería. Acabó muy parado. El jerezano, compensó las carencias del toro con sus efectos especiales, tan del agrado del público pamplonica. Los desplantes y los rodillazos, galvanizaron a los presentes. Todo es toreo, no sólo la verónica de alhelí. Después de una estocada trasera, cortó una oreja. El cuarto se salió suelto del caballo y en el inicio de la faena de muleta embistió muy bien, sobre todo por el pitón izquierdo. Padilla le toreó con limpieza y corrección por este pitón, y cuando el toro empezó a defenderse, recurrió a su repertorio, jaleado por toda la plaza, también por la sombra. Tenía dos orejas en el bolsillo, pero un pinchazo antes de una estocada, dejó el premio reducido a una oreja. Al finalizar la corrida, salió a hombros en olor de multitudes.

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