Los quesos extremeños de la condesa-espía Romanones

María Eugenia Yagüe / Fotografías: ©Dolores de Lara

LaVozLibre.- Aline Griffith, una norteamericana enamorada de España y de un español, Luis Figueroa, tuvo otro flechazo de auténtica pasión cuando descubrió Pascualete, la finca extremeña cercana a Trujillo, propiedad de su marido, el conde Romanones. Una dehesa que poseía la familia desde el siglo XIII, con unos pastos que hacían única la leche de los cientos de ovejas que pastaban en sus campos.

Aline Romanones había sido enviada a España para hacer servicios especiales para la inteligencia norteamericana. Era una auténtica espía que en plena guerra mundial, se movía como pez en el agua en los ambiente de la alta sociedad de unMadrid con gobierno franquista y pronazi. Su matrimonio con Luis Figueroa, miembro de una de las grandes familias de la aristocracia española, le permitía tratar y recibir en su casa y en su finca extremeña a diplomáticos británicos, franceses o alemanes, como extraordinarias fuentes de información. Aline ha escrito varios libros contando sus extraordinarias aventuras.

Pero además de espía, condesa y señora de reconocida elegancia, valorabaPascualete como el gran tesoro de la familia. "Con aquellos pastores y la gente del campo aprendí muchas cosas, todo, incluso la elegancia, que no está precisamente en los palacios", contaba Aline a La Voz Libre este jueves en Madrid, donde dio a conocer los mejores productos de Pascualete.

Y es que, después de la muerte de su marido, su hijo mayor, Luis, y Aline, decidieron convertirse en productores de quesos, elaborados con la leche de las mejores ovejas de España.

Unos quesos que hoy se exportan a todo el mundo, que han recibido premios internacionales y que están en las mejores tiendas de delicatessen deNueva York, Londres y París.

Quesos con toques modernos, como trufa, una variedad de Torta del Casar muy refinada; El Pascualino, un queso rústico, diferente a todos; el Pastura al estilo toscano.

A los 90 años (o más), impecable, divertida, extraordinariamente lúcida y vital, Aline, que nada cada día en su piscina de Madrid y camina a buen paso por el campo más de una hora al día, presentó los quesos que son su orgullo, junto a su hijo Luis Figueroa y sus nietos, y regaló a todos los invitados el libro que ha escrito sobre la historia de Pascualete.

> En las imágenes, arriba, Aline Romanones con su nieto Juan y su hijo Luis; abajo, Aline con Pilar González de Gregorio, hija de la duquesa de Medina Sidonia (Fotos: Dolores de Lara).