Domingo de Resurrección: Puede decirse que el domingo de Resurrección lo ha sido también para Eugenio de Mora

 

  FICHA DEL FESTEJO:

Tres toros de Martín Lorca (1º, 4º y 5º) y tres de Escribano Martín.

De juego variado e interesante destacando el excelente 4º, ovacionado en el arrastre.

Eugenio de Mora (nazareno y oro), saludos y 1 oreja.

Pepe Moral (grana y oro), saludos y silencio.

Víctor Barrio (grana y oro), saludos y vuelta.

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Por Julián Agulla / Fotografías:©Dolores de Lara

Madrid, 5 de abril de 2015.-Con algo más de media entrada en tarde de temperatura excelente, se celebró el segundo festejo de la temporada de Madrid.

Una corrida de toros muy seria de presentación y Eugenio de Mora, un torero abriendo cartel que ya sabe lo que es triunfar en la primera plaza del mundo.

Eugenio de Mora ya salió por la puerta grande de Las Ventas aunque, por esas cosas que tiene el destino, pasó de estar en lo alto del escalafón a circular por plazas de orden inferior donde los triunfos apenas se tienen en cuenta.

Aprovechó las dos oportunidades que le dieron el año pasado, para volver a sentar cátedra y si en mayo dejó constancia de su clase y técnica, en agosto lo corroboró cortando una oreja a un torazo del Conde de la Maza.

Puede decirse que el domingo de Resurrección lo ha sido también para Eugenio de Mora.

Poderoso con el capote en los dos toros por su condición de irse algo sueltos, supo hacer una entonada faena a su primero, algo justo de fuerza y tardo en la embestida. Otra condición tuvo el cuarto, un toro excelente, que se venía de largo y tomaba el engaño por abajo. Había que entenderle, darle tiempo y distancia y Eugenio lo bordó. Muletazos con la figura encajada a la vez que relajada, siempre por abajo ajustados y largos. Series muy ligadas, con la frescura que da veteranía la y el conocimiento.

 La estocada culminó la obra y Eugenio de Mora paseó una merecida oreja.

Pepe Moral fue un novillero puntero que pasó al ostracismo tras la alternativa pero que, de la mano de Manolo Cortés, está escalando los peldaños que le lleven más arriba en el escalafón. Le avalan las dos orejas cortadas el día del Corpus a un exigente toro del Conde de la Maza en Sevilla y la que cortó el día de la Virgen en Madrid a un buen ejemplar de Toros de El Torero. En la tarde de hoy, pechó con un lote soso y flojo su primero y con muy poco recorrido su segundo.

 Víctor Barrio se ganó esta corrida por su actitud y buen hacer en la primera feria del año, la de Valdemorillo y no quiso dejar pasar la ocasión. Recibió a su primero en los medios, por tafalleras pero el toro embistió topando con violencia y le arrancó el capote por lo que tuvo que fajarse por bajo para ahormarle. Briceño picó con acierto y midió el castigo pero el toro tuvo muy poquita fuerza y perdió las manos en varias ocasiones pese a los intentos del segoviano de llevarle muy templado y sin forzarle.

 

El sexto salió corretón y sin fijeza yéndose de los capotes y de los caballos. Nadie daba un duro por él, menos Víctor Barrio que se puso en el sitio de hacerle embestir aunque insistiendo, pero luego repetía y el temple del torero hizo el resto. Series cortas, tres muletazos y el obligado de pecho porque el toro se iba venciendo a cada pase. Los probó con acierto por los dos pitones. Valiente y muy de verdad. No dobló el toro de la estocada y tuvo que utilizar el estoque de cruceta, acertando al segundo intento lo que le privó de pasear una oreja que sí se pidió aunque sin la fuerza suficiente. La vuelta al ruedo, de las de peso.

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  En definitiva una entretenida tarde de toros, con todo lo que eso encierra, porque no salimos defraudados.