JAIME OSTOS: GENIO Y FIGURA

  

JAIME OSTOS CAUTIVÓ DURANTE DOS HORAS

A LAS BUENAS GENTES DE "LA PEÑA LA ALDABA"

Y CELEBRÓ SUS 84 AÑOS CON ELLOS

Por Santos Garcia Catalán

LA PEDRAJA DE PORTILLO (VALLADOLID).-Realmente es difícil mantener a una audiencia expectante durante dos horas y Jaime Ostos lo hizo como en sus mejores momentos del toreo. Ostos está para "reaparecer", al menos eso dice su fachada, su salud y su porte elegante; genio y figura la del maestro de Ecija que vino acompañado de su bella esposa, la doctora Grajal que prepara un libro sobre su marido y compañero durante más de 30 años.

Ocurrió en la coqueta localidad de La Pedraja de Portillo, donde extiende sus límites la ganadería más antigua de España: Raso de Portillo. Allí, en las escuelas viejas, adecuadas para charlas y coloquios, sustituyendo al tradicional salón de toda la vida donde la Asociación Cultural "Peña La Aldaba" empezó con estas semanas llenas de cultura y amistad, comandadas por el inquieto, y buena gente, Aurelio Martín.

Y ya suman treinta años ininterrumpidos dando a conocer a la coqueta localidad vallisoletana por todo el orbe, incluido el taurino ya que en cada edición buscan a algún personaje de actualidad.

En esta ocasión fue el maestro Ostos quien se encargó de bajar a la arena del ruedo de La Aldaba y cortar los máximos trofeos a través de un viaje interminable con sus múltiples anécdotas, con su historia, con sus cornadas, con sus hambres -de triunfo y de las de verdad a pesar de su acomodado origen familiar- y con su generosidad. Jaime Ostos toreó mas de 300 festivales benéficos y promovió múltiples acciones sociales en favor de los toreros, aunque la mayoría de las acciones no llegaron a culminarse por la carencia de sensibilidad de sus compañeros (dixit el genio de Écija)

Vino a La Pedraja bien escoltado por dos amigos suyos y de La Aldaba: Juan Lamarca (brillante estuvo el de Úbeda en la presentación del aguerrido torero sevillano) y de Juanmi Núñez, que llevó la batuta en forma de entrevista pero que tuvo que desistir porque el ecijano era una fuente inagotable de narración, sin solución de continuidad, con el regocijo de los asistentes.

Pero Núñez aprovechó varios momentos para que el diálogo alcanzara cotas brillantes y, poniendo la muleta baja a Ostos, este contó a la audiencia la extremaución que recibió en Tarazona cuando los galenos de la plaza desistieron y lo dejaron por imposible ante la gravísima cornada. Pero Jaime sobrevivió y dos años más tarde reaparecía volviendo a la normalidad hasta que en 1974 anunciaría su retirada. La última vez que se puso delante fue en 2003.

Otro de los momentos cumbre del coloquio, motivado por Núñez, fue cuando en una corrida televisada por TVE desde Marbella, comentada por el entonces taquígrafo de Franco y factotum de la cosa taurina de la tele, de una revista taurina (El Burladero) y de EFE toros (Lozano Sevilla), Jaime Ostos lo denunció públicamente y los cimientos políticos de la época se removieron por culpa del aguerrido y sin pelos en la lengua de este torero ecijano que llegó a acartelarse cuatro tardes de farolillos en una feria de Sevilla y tres tardes en Bilbao en una sola temporada. "A mis dineros", recalcaría el diestro sevillano.

El público fiel de La Aldaba se regocijó en sus asientos de las viejas escuelas oyendo al maestro Ostos decir las verdades del barquero; entre ellos Juan Caparrós, novillero que fuera en los años 60 y ahora empresario en Venezuela. Juan, íntimo de Núñez y ambos de Vera (Almería), volvió de nuevo a su España de vacaciones y a La Pedraja a disfrutar de la amistad de sus gentes.

El restaurante Felu, de El Arrabal de Portillo, volvió a sorprender con sus platos variados y amplios donde el buen caldo de la Ribera, la charla y la amistad no dejaron de correr por las mesas.

Y allí le cantaron el feliz cumpleaños al maestro sevillano; nada menos que 84 abriles le contemplan. Ni una pastilla dice Ostos que le receta su esposa y doctora, María Angeles Grajal. Que no le hacen falta, para nada de nada.......

Enhorabuena, Maestro. Vuelva Ud. cuando quiera por estas tierras, siempre será bien recibido.