Su despacho estaba coronado por el cuadro de la Familia Real Española de la cual Rosety estaba orgulloso.
---------------------------------------
El día 3 de marzo, sobre las 8 de la tarde,
Gaspar Rosety,
hizo su última llamada.
Dolores de Lara
----------------------------------------------
-----------------------------------------
¡HASTA LUEGO, GASPAR ROSETY!
Por JAVIER DE MONTINI
Fotografías y Retrato de la Familia Real Española:© DOLORES DE LARA
Se nos ha ido casi de repente una estrella de la radio: Gaspar
Rosety Menéndez. Un grande del deporte, un grande del fútbol. Un
prodigioso narrador del gol. “La voz de Dios de esta religión
llamada fútbol”, en feliz expresión de su admirador y colega
Alfonso Pardo.
No era una muerte prevista la de Gaspar Rosety.
Le sobrevino de golpe, nunca mejor dicho. Una caída tonta, y ¡a la
otra vida! Con sólo 57 años, una pena, lo ha llamado Dios a su
lado.
Se cumple lo del célebre comediógrafo griego Menandro: “Aquel a
quien aman los dioses muere joven”.
Aunque nacido en Madrid (29/07/1958), asturiano de pies a
cabeza. Gijonés del alma. Quiso ser abogado, pero al lado de su
padre Gaspar, un pionero de Radio Gijón, se pasó al periodismo y,
muy especialmente, a la información deportiva. Familia de radio
los Rosety: El padre y tres de los cuatro hijos, Manolo, Gaspar y
Patricia.
Desde Radio Gijón, Gaspar Rosety metió cabeza en la SER
de la mano de sus amigos Pedro Pablo Parrado y Pepe Domingo
Castaño, su querido “Pepín”. En 1979 se mudó a Madrid y, de una
emisora en otra, al lado de Hector del Mar, de José María García y
otros grandes, se convirtió en gran figura - Antena de Oro- por el
ritmo mágico con el que narraba los partidos y el estilo personal,
singular, con el que cantaba los goles.
Llevaba al Sporting en la sangre, a punto estuvo de presidir el
club.También al Real Madrid que terminó fichando a Gaspar Rosety
para ocuparse de los medios. Es autor del libro “Florentino Pérez,
el hombre, el empresario, el presidente”.
Últimamente, asesoraba a la Federación Española de Fútbol y era
profesor de la Universidad Europea.
Me duele hondo decirle adiós. De asturiano a asturiano, será el
adiós de la copla: “Camino del cementerio/ se encontraron dos
amigos:/ ¡Adiós! dijo el vivo al muerto;/ ¡Hasta luego! el muerto al
vivo”. Sí, mejor hasta luego y permiteme que rescate la fórmula
con la que, en un tiempo, despedías tu programa: “Será hasta
mañana, si Dios quiere, por supuesto”. Pues eso, ¡ hasta mañana si
Dios quiere, Gaspar Rosety!
No hay comentarios :
Publicar un comentario