Texto y Fotografías:© DOLORES DE LARA
Un
angelito glotón, en esta ocasión, revolucionó con su llanto la parroquia de Santa Catalina de La Solana (C. Real), el día de su bautismo. Y es que no estaba
previsto en el guión que la falta de alimentación, una teta o un biberón que
llevarse a la boca, produjera en este casi recién nacido una llorera de tal
calibre.
Carmelete
Araque Camacho, un bebé tranquilo y tragóncete, lo pasó fatal. No con el agua
bendita del río Jordán cuando el sacerdote lo derramó sobre su linda cabecita,
que sería lo más natural, sino con la falta de la nutritiva leche de su mamá: María Dolores Camacho de Lara.
María Dolores, ¿cómo te has portado tan duramente con Carmelete? No sabes que las
manchas se limpian y el hambre no tiene espera.
Menos
mal que ahí estaba el feliz papá, Carmelo
Araque, que como si de un deportista de élite se tratara portó no una
antorcha sino la simbólica vela que todo lo ilumina para bien, y puso la
cordura entre bebé y mamá.
Todo
pasó y todo terminó felizmente. Y para celebrar tan hermoso día, todos los
invitados nos encaminamos al Hotel
Restaurante La Casota, propiedad de los abuelos paternos de la criatura, situado en la coqueta Plaza
Mayor de esta bella localidad, donde ricos manjares esperaban: rico queso de la casa, como no podía ser de
otra manera, de la marca La Casota; jamón ibérico de calidad; cordero lechal al
horno, para chuparse los dedos y exquisito marisco: centollos, cigalas, gambas,…
y ostras. ¡Ostras que rico estaba todo!
El
punto y final lo puso la tarta, una exquisita y exclusivista tarta con el
escudo merengue y la imagen del recién bautizado: Carmelo Araque Camacho.
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