Informa y Fotografías:©Dolores de Lara
Septiembre 2016.-La localidad toledana de
Villaseca de la Sagra que rige el popular Jesús Hinojosa se ha convertido por
méritos propios en un punto referente a nivel nacional en la promoción, fomento
y difusión de la fiesta brava.
Conocidos son ya sus
certámenes de novilladas (este año su XVII Certamen de Novilladas “Alfarero de
Oro”) y su coqueta plaza de toros “La Sagra” con capacidad para 2.500
expectadores, donde aficionados pueden disfrutar con las evoluciones de estas
jóvenes promesas que un día llegarán a ser figuras del toreo.
Este año, además, tiene el
añadido de celebrar dos actos importantes, aunque desgraciadamente por motivos
diferentes. Hoy sabado, tercera novillada, un homenaje que el Consistorio
quiere dedicar al torero segoviano recientemente fallecido Victor Barrio, el
lado triste de la noticia; el otro, fue el pasado sábado con motivo de la
inauguración de una escultura dedicada al toro de lidia como pilar de la
fiesta, la cultura y la historia de un pueblo.
Ayer se celebró la segunda
novillada con astados de Cebada Gago, bien presentados, que lidiaron Curro
Duran, Leo Valadez y Jesús Enrique Colombo.
En los prolegómenos de la
novillada se guardó un minuto de silencio en memoria del alguacilillo de esta
plaza durante quince años, Enrique Carmena "Crisci", fallecido esta temporada.
Este tridente de jóvenes
promesas estuvieron atrevidos y arriesgando en los novillos que les tocó en
suerte. Leo Valadez que fue el que estuvo más acertado con el acero se llevó
una oreja de su oponente.
Mención especial para el
torero venezolano J. E. Colombo, que estuvo muy valiente en los dos astados de
Cebada Gago. En el primero, si con el capote estuvo brillante ni que decir
tiene con las banderillas: resolutivo, con soltura, marcando bien los tiempos, una
suerte que hoy en día muy pocos novilleros y toreros prodigan. En un palabra de
matrícula de honor. Con la muleta estuvo variado, elegante, toreando con
verticalidad, con “desmayo” –como a mí me gusta— y dando una sensación de
seguridad impropia de un adolescente, despreciando el peligro.
No tuvo suerte con la espada lo que le
impidió, con toda seguridad, llevarse los apéndices de su astado.
En el
segundo de su lote, un novillo entrado en carnes estuvo valiente hasta que fue
a menos el morlaco, animal cuya muerte brindó el venezolano al que fuera
presidente de la Monumental de Las Ventas durante muchos años, D. Juan Lamarca
López.
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